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Los japoneses van a cafés que hospedan gatos callejeros para poder interactuar con estos místicos mininos.

Al parecer los cafés para gatos son lo de hoy en el particular estilo de vida de los japoneses. Estos cafés son lugares a donde las personas pueden ir, tomar café y pasar el rato con los pequeños felinos (lo cual hace que el latte sea más caro). La revista Vice reporta que en los últimos cinco años han surgido 79 de estos cafés en el país nipón.

El secreto del éxito de estos cafés tiene que ver con la hiperurbanización japonesa. La mayoría de los japoneses viven en edificios de departamentos con estrictas normas de convivencia, donde es prohibido tener mascotas. Sólo las personas que viven en condominios familiares pueden tener mascotas, lo cual hace que sea muy díficil para los jóvenes tener gatos. Y los japoneses aman a los gatos, ya que el fino lenguaje silencioso de los mininos es un espejo de su refinación y su timidez. Además, siendo que generalmente no entablan conversaciones con los extraños,los gatos son una forma de descargar la soledad, algo que se muestra de forma notable en un par de novelas de Haruki Murakami.

El corresponsal de Vice en Japón dice que los gatos de los cafés no son ni siquiera gatos con pedigree, pero no importa, son los amos de  los cafés y se siente cuando entras a uno de estos cafés que los gatos lo saben, porque se mueven altivamente, vibrando su superioridad. Algo que puede ser un problema para algunos de estos establecimientos que prometen a sus clientes que recibirán un poco de pussy lovin en el desierto urbano.

Vía Vice