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Tras la debacle económica que azotó a Islandia en 2008 esta agraciada y mística isla se prepara para emerger de nuevo; por lo pronto la nueva constitución surgirá de por gente común para regir el destino de... gente común

Islandia es uno de los países más especiales del mundo. Dotado con una exhuberante belleza natural y un peculiar linaje cultural que ha resultado de un hermetismo geográfico involuntario, esta pequeña isla fue una de las naciones más competitivas durante varios años. En 2006/2007 ocupó el primer lugar del mundo dentro del Índice de Desarrollo Humano de la Organización de las Naciones Unidas, y se ubicó como el séptimo país más productivo, per capita, del planeta. Sin embargo, en 2008 un fenómeno combró la conciencia colectiva de este país: una inédita y brutal crisis financiera que entre otros efectos arrastró a la bancarrota a los tres principales bancos locales.

Pero ahora parece que Islandia, cuyo sistema político se basa en una democracia representativa  y una república parlamentaria, ha retomado su aguerrido linaje y se prepara para emerger de nuevo. Y una de las medidas que mayor expectativa han generado, además de una cierta admiración, es el hecho de que su constitución serápropuesta directamente por un grupo de ciudadanos. Hasta ahora Islandia había mantenido la constitución se Dinamarca, país del cual se independizó en 1944, con algunos ajustes, pero finalmente decidieron que era hora de configurar su propia Carta Magna. El proceso incluirá la formación de una Asamblea Constitucional compuesta por 31 ciudadanos elegidos a partir de una lista integrada por cientos de voluntarios de la sociedad civil que han mostrado deseos de formar parte de este órgano. Esta será la primera vez en la historia en la que un país contempla la participación directa de la ciudadanía en la elaboración de su constitución.

via Boston