Las controversiales memorias del ex presidente George W. Bush, en las que justifica su empleo de la tortura para combatir el terrorismo, han provocado reacciones enconadas de varios grupos activistas. Tel es el caso del grupo británico Waging Nonviolence que está exhortando a que el libro "Decision Points" sea "reubicado donde pertenece", es decir en la sección de Crimen dentro de las librerías. Bush escribió en su libro que su práctica de ahogamiento simulado (waterboarding) impidió ataques subsecuentes al Reino Unido.
La organizadora de la protesta Jasmine Faustino dijo al Guardian que Bush es un criminal de guerra, y que invadir Irak así como la aplicación de torturas merece que su libro sea considerado como literatura criminal. Por está razón llama a cualquier persona que visite una liberería a tomar una foto del libro de Bush en la sección de crimen. Una campaña similar ocurrió con la autobiografía de Tony Blair, el gran aliado de Bush, quien además fue recibido en una librería en Irlanda con un zapatazo y tuvo que cancelar su tour de promoción en Inglaterra.
Algunas personas han criticado esta campaña como una movida que involuntariamente generará mayores ventas para el libro de Bush, incrementando el morbo de leer los recuerdos del criminal de este criminal de guerra, seguramente escritos por un escritor fantasma, como en la ominosa película "The Ghostwriter", de Roman Polanski, que se asemeja escalofriantemente a la realidad de Bush y Blair.