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El arquetípico animal grande huye del arquetípico animal pequeño, que forma una relación simbiótica con una especie arbórea que de otra forma sería destruida por los elefantes.

En un curioso caso que parece provenir más de una caricatura que de la realidad, investigadores han descubierto que los elefeantes rehuyen a las hormigas y que éstas forman una relación de simbiosis con las acacias en África. Estos árboles han desarrollado la táctica más efectiva para impedir que los elefantes los destruyan. Las plantas en África utilizan varios mecanismos de defensa contra los demoledores paquidermos: espinas, venenos o la capacidad de volver a crecer rápidamente, pero ninguna supera la de la Acacia drepanolobium, que provee alimento y alojamiento en sus "espinas silbantes" a las hormigas, las cuales, a su vez, alejan a los inmensos mamíferos.

Este episodio de la saga de David contra Goliath en la naturaleza parece tener que ver con la sensibildiad que tienen en el interior de sus trompas los elefantes, y la inmensa molestia que las hormigas representan, aunque son miles de veces más chicas. Al fin de cuentas no son los ratones, son las hormigas las que corretean a los elefantes. Las hormigas está programadas para atacar a cualquier animal que se acerque a las acacias.

Los investigadores Jacob Goheen y Todd Palmer del Mpala Research Centre en Kenia probaron eliminando las hormigas en algunas acacias y dejándolas en otras y notaron que aquellas que no tenían hormigas fueron dañadas por los elefantes y las que sí mantuvieron hormigas se mantuvieron intactas en mayor medida.

Los elefantes son un problema en África y en otros países de Asia porque destruyen las cosechas, esto genera que algunos pobladores los maten; usar hormigas para alejarlos parece ser una mejor estrategia.

Vía Discover Mag