Las sexoserividoras de Copenhague se han unido para defender su autonomía y ofrecer sexo gratuito a los potentados de la cumbre del cambio climático COP 15. Esto luego de que el alcalde de la capital danesa envíara a 160 hoteles de la ciudad una carta diciendo: "Sean sustentables, no compren sexo". Como se sabe, el índice de comercio sexual tiene un alto incremento en estas cumbres donde nuestros líderes mundiales gustan de tomar un descanso de sus ocupadas agendas "salvando al planeta" y del enorme estrés que les produce "procurar por nuestro bien".
El diario alemán Spiegel liberándose de su acartonamiento titula su nota "Gropenhagen" (algo como Cogenhague o Follenhague). Al parecer las prostitutas son más listas que los políticos, con la sabiduría de la profesión más vieja, y han logrado crear un marketing viral, apuntalado en la oferta de sus servicios a quién les presente su tarjeta de identidad del COP 15 y la ofensiva carta del alcalde Ritt Bjerregaard.
La vocera del grupo en favor de las trabajadoras del sexo (SIO) Susanne Møller ha declarado que su tentadora oferta es una respuesta a la utilización de la cumbre para atacar a las prostitutas.
Mientras la elite política mundial produce un sermón de moral planetaria, bajo la dudosa amenaza del calentamiento global producido por el hombre, son las prostitutas las que les dan a los políticos una lección de moral e inteligencia.
