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El pitcher Doc Ellis perdió la noción del tiempo y olvidó que ese día lanzaba contra los Padres, tomó un poco más de LSD y luego descubrió que le tocaba subir a la lomita. Lo demás es historia

Doc Ellis pertenece a la realeza del baseball: los lanzadores abridores que sólo trabajan cada cinco días, especialistas del diamante, los únicos irremplazables. Ellis jugando para los Piratas de Pittsburgh en 1970, en una serie contra los Padres de San Diego, pidió el día libre para ir a casa. En el apogeo de la psicodelia, Doc tomó una dosis triple de LSD "Purple Haze" en el aeropuerto calculando que no tenía que lanzar. Pero al siguiente día (después de perderse en un portal) se despertó y la novia de su amigo le dijo que qué hacía ahí si tenía que lanzar "hoy", Ellis le dijo que lanzaba mañana y no le creyó, ya que había tomado otra dosis de ácido lisérgico esa mañana, pero ella le mostró el diario donde decía que Ellis era el pitcher para el juego de ese día. Al parecer Ellis había padecido el clásico caso de tiempo faltante. Subió al aeropuero y se dirigió a San Diego. Ya en el estadio Ellis sumó a su trip un poco de anfetaminas "greenies", la droga que todos usaban en ese entonces antes de la fiebre de los esteroides, aceptada tácitamente. (Los jugadores de béisbol pasan buena parte del juego en el dugout (o drugout) así que para lograr concentrarse los pocos minutos que entran en acción optan por un estimulante que los mantenga en una cresta constante de atención).

 

 

Ellis, en la zona, logró lanzar un juego sin hit, uno de los 263 de la historia de las Ligas Mayoresl y probablemente el más notable. El juego fue acompañado por una bruma mística ("mist") y Ellis de alguna forma logró afocar la zona de strike en medio de alucinaciones espaciales, paranoia y delirios fantásticos (cuando hizo un out en primera base pensó que había anotado un touchdown). Pese a su extraño comportamiento, Ellis fue apoyado por un buen fildeo de sus compañeros y logro sellar una extraordinaria proeza ("el más grande logro atlético jamás realizado por un hombre en una odisea psicodélica"). Si muchos de los logros de algunos beisbolistas que tomaron esteroides han sido enlistados con un asterisco, el no hitter de Ellis debe tener una exclamación, celebrando su capacidad psiconaútica de templar los demonios iridiscentes del ácido y utilizarlos a su favor.

Le genial animación del "No, No" de Doc Ellis fue realizada por James Blagden y No Mas.

Vía Dangerous Minds

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