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Prematuro Premio Nobel de la Paz a Obama (su máximo logro: no ser George W. Bush)

Política

Por: Luis Alberto Hara - 10/09/2009

Reacciones y análisis de este sorpresivo premio... "Y el Oscar a la Paz se va a: Barack Obama"

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Por si alguien lo dudaba, el comite del premio Nobel, y especialmente el de la Paz, confirmó hoy que es un organismo político internacional cuyos nombramientos están basados en movimientos estratégicos y no en verdaderos merecimientos. El mismo Obama en su conferencia de prensa de aceptación dijo "honestamente no creo merecerlo" y que está consciente de que el premio trata de catalizar "el momentum". Es decir, el premio es dado por futuros posibles logros en pro de la paz. Lo cual para algunos analistas es una estrategia inteligente que trasciende el romanticismo de las palomas y la justicia y subjetividad limitada de un premio. Hace unas semanas Obama amenazaba seriamente a Irán por desarrollar una planta de enriquecimiento de uranio (algo que sólo ciertos países tienen el priviliegio de hacer) y no descartaba la acción militar. Con este premio esa posible acción militar al menos se demora. El periodista de la revista de Time Joe Klein dijo que le dieron el premio simplemente por no ser George W. Bush. A la luz del contraste, Obama recibe los beneficios de suceder la torpeza beligerante de Bush con un mensaje mucho mejor fraguado, conciliador, sonriente, inclusivo. El periodista Joseph Watson escribe que Obama merecía el Oscar, pero no el Premio Nobel. Suponemos que Waston piensa que la seductora oratoria de Obama no es más que parte de un scrpit que busca disminuir la tensión mundial creada por la brusca política de Bush, y crear una zona de comfort desde donde puedan seguir operando los mismos intereses imperialistas de Estados Unidos. En Internet ha surgido el meme de Obama con la cara pintada como la del guasón. Se dice también que el premio pudo haber venido como consolación y reafirmación de su liderazgo global, después de que Obama no consiguiera los Juegos Olímpios para su ciudad Chicago. Revés que el periodista de derecha Matt Drudge calificaba como un golpe al ego de Obama. Ahora su ego podría haber sido reestablecido por la cobija mundial. Obama fue elogiado por su triunfo por Ban Ki-moon, por su ahora cogalardonado Al Gore y demás miembros del Partido Demócrata así como por sus aliados políticos (Sarkozy, Merkel, El Vaticano, etc.). El comite noruego que entrega el premio ha dicho que Obama, que lleva menos de un año de ser electo a la presidencia de su país, ha promovido el diálogo y fomentado la paz en el Medio Oriente. El diálogo parece ser el fuerte de Obama pero aún (tal vez porque no ha tenido tiempo o tal vez porque lo de Obama son las apariencias) no ha realizado acciones contundentes para acabar con la guerra en Irak y en Afganistán. Y mientras ha cancelado la instalación de una base escudo de mísiles en el Este de Europa, se ha promovido la creación de una base militar en Colombia, extendido la acción militar en Pakistán. Y dífcilimente lograra Obama cumplir su promesa de cerrar Guantanamo en su primer año de gobierno. Tal vez el Nobel sirva como una especie de compromiso teledirigido, algo como un wishful-thinking en búsqueda de influir el futuro. Tal vez por esto políticos conservadores, como John R. Bolton, le recomiendan a Obama que no acepte el premio, ya que detectan un "sermon" por parte del comite del premio. Aunque es posible que el Nobel tenga también un efecto contrario como en el caso de la literatura donde los mejores escritores suelen ser los que no lo han ganado (James Joyce, Marcel Proust, Jorge Luis Borges, etc.). Ahora Obama tendrá que decidir a dónde o a quién dona los 1.4 millones de dólares que recibirá y calcular su siguiente movida en el ajedrez planetario. ¿Será el Nobel un rendimiento ante su encanto, un regalo al rey, o un ataque velado? Mientras tanto en México las redes sociales piden el premio Nobel de la Paz 2010 para el máximo representante del folklore actual de ese país, Juanito. Reacciones en el Huffington Post Reacciones en el New York Times Reacciones en El País