El artista alemán
Jan Vormann es el autor de un proyecto que llena los agujeros de edificios reales con ladrillos de juguetes o legos. El proyecto
Dispatchwork ha podido realizar su lúdicas, casi furtivas instalaciones en
Bocchignano, Italia, en
Tel Aviv, Israel y ahora en Berlín donde rellena los huecos de edificios destruidos por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial con los característicos ladrillos de colores, creando un efecto de divertida irrealidad constrastante con la seriedad impenetrable que transmiten estas estructuras. Combatiendo el
horror vacui de una forma práctico infantil, como un niño que se da cuenta que puede arreglar las cosas con chicles o plastilina.
“ La idea de Dispatchwork nació cuando iba caminando por la ciudad medieval de Bocchignano. Me di cuenta que estos edificios están construidos ocn todo tipo de materiales. Es un caso de necesidad más que de diseño".
Vorman es parte del moviemiento Repair que busca transformar las cosas al repararlas y crear una obra de arte en el proceso: ua ecología del espacio creativo.