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Los equidnas de hocico largo, de la misma y exclusiva familia que los ornitorrincos, de alto linaje mamífero, son por primera vez estudiados por un científico
1_equidnas_hocico_largo1 Más misteriosos que su primos los ornitorrincos, los equidnas son la parte elusiva del binomio de los monotrematas: mamíferos primitivos que ponen huevos, antes considerados reptiles con pelos. Y aunque algunos podrían discutir su belleza física, su belleza evolutiva y su comportamiento (El New York Times los llama "iluminantes") hacen de este animal algo como un"sexy erizo" para el cerebro. Mientras el ornitorrinco (el pato de la familia) y los equidnas de hocico corto habían sido estudidados con relativa profundidad ( el año pasado se publicó el código genético del ornitorrinco, de coqueto nombre en inglés: platypus), los equidnas de hocico largo eran hasta poco un enorme misterio, "imposible de estudiar" para algunos científicos, exclusivos de los bosques tropicales de Nueva Guinea. Esto hasta que el investigador de campo Muse Opiang lograra infiltarse a una de las zonas más húmedas del planeta y adherir sensores de localización a 22 especímenes de equidnas de pico largo (Zaglossus bartoni). Sus resultados fueron publicados en el Journal of Mammalogy. Mientras los equidnos de hocico corto son uno de los animales más pacíficos "no molestan a nadie" y pueden convivir fácilmente con humanos, además de ser el mamífero de mayor distribución en Australia , adaptándose a todos los ecosistemas, equilibrando su termóstato al mismo grado en el desierto como en la nieve, los equidnos de hocico largo son mucho más antisociales y rechazan todo tipo de contacto. Tienen el doble de tamaño que los equidnas australianos, lo cual los hace una presa atractiva para los cazadores. No responden a carnadas o a trampas tradicionales, Muse Opiang se dio cuenta que si seguía el rastro fresco de los agujeros nocturnos hechos por los equidnas en su caza de gusanos, podía encontrar sus guaridas. Y si los agarraba de la panza donde no tienen espinas, como los niños con cosquillas, se volvían amigables. A diferencia de la mayoría de los mamíferos, las hembras, entre los equdinas de hocico largo, son más grandes que los machos. El proteíco pene de los equidnas tiene cuatro cabezas (algo común entre reptiles pero casi único entre mamíferos), sus cromosomas tieien gran parecido con las aves, al igual que su cloaca: ún único orificio por el que desechan alimentos, tienen sexo y ponen huevos. De este mono-orificio obtienen su clasificación: monotrematas. Los monotrematas no sólo son la espcie mamífera más vieja, también logran un buen desempeño en su camino vital llegando a superar muchas veces los cincuenta años de edad. Los equidnas son de los pocos mamíferos, junto con el delfín, que no presentan un sueño REM. Tiernen proporcionalmente un cerebro enorme, su neurocortex, el llamado "asiento de la conciencia" en el ser humano, donde la razón y el recuerdo tienen lugar, mide el 50% de su cerebro, en el hombre sólo el 30%. Si el tamaño cerebral importa, los equidnas están ciertamente bien dotados. Vía New York Times