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El verde no es vida para el Partido Verde de México; en un ejemplo de las posibilidades de la incipiente domocracia electrónica, un grupo de Facebook organiza campaña viral de denuncia

n84587553725_1682El oportunismo del Partido Verde Ecologista de México ya le costó su desafiliación de "la familia de partidos verdes", al optar por apoyar la pena de muerte aprovechando la coyuntura del pánico, en su intento de conseguir votos y tener una tajada del pastel de la partidocracia (o "cleptocracia"). Como es lógico y coherente en una ideología (como el "verde es vida"), la organización de los partidos verdes de Europa rechaza la pena de muerte.

Jugando con esto ha surgido en Facebook un grupo con el atinado nombre "Pena de muerte al Partido Verde". Y si bien es poco probable que el "Verde" pierda su millonario registro, es sin duda una iniciativa interesante, un ejercicio de democracia electrónica civil en Internet, cuyas características de organización viral, en buena medida independientes de los oligopolios mediáticos, son quizá lo único bueno que le ha pasado últimamente (y sobre todo que le podría pasar en un futuro) al escenario político de un país como México. Tal vez sólo el Internet pueda salvar a la política. Por esto habría hacer que el campo de batalla sea cada vez más el Internet, aunque para que esto suceda, para que hagamos la "digitalización política", es indispensable tener un mayor acceso y una mayor velocidad de conexión.

Es doblemente interesante que este grupo de social media que rechaza al Partido "Verde" está conformado en buena parte por gente que conoce personalmente a los miembros de este partido, testigos directos de sus dudosas cualidades morales. Una denuncia que busca dar a conocer algo evidente: que este partido seudoverde de México (de color "verde vómito del exorcista" dice un comentario en Facebook), más que una propuesta política es una mafia mezquina de juniors provenientes de zonas acomodadas del área metropolitana del país con poca educación que juegan a ser diputados utilizando la infraesctructura de los contribuyentes para montar su fiesta en grande. Como si las Lomas de Chapultépec no les bastaran y quiseran llegar todos al jetset de St. Tropez.

El grupo de "Pena de muerte al Partido Verde" tiene ya más de 9000 miembros, mientras el grupo del Partido Verde Ecologista de México en Facebook que más miembros tiene cuenta con sólo 431 (existen otros grupos locales, pero ninguno supera esta cifra). Esto prueba un par de cosas: que el Internet es un medio libre que permite a la gente organizarse con rapidez y sin gastar mucho dinero aprovechando la "inmaterialidad" del ciberespacio (el éter es gratis) y que los partidos y sus mafias aún no saben como usarlo para transmitir su vieja demagogia (principalmente porque el internet no es del todo afin a la demagogia y a la manipulación: la interactividad y la multidireccionalidad de los mensajes dificultan el viejo modelo).

Esto es la clave que abre una posibilidad donde parecía que se agotaban: la pasividad ciudadana es afin a un medio pasivo como la televisión que además centraliza el poder, pero el Internet es necesariamente participativo, tribal, rizomático: los contenidos cada vez más, para que funcionen, necesitan ser interactivos, permitir feedback y hasta ser generados por los usuarios. Las manifestaciones políticas del futuro tendrían que ser generada por los usuarios desde las calles del Internet.

Sin embargo, sería importante tomar conciencia que los mismos partidos ya rediseñan sus estrategias electorales tomando en cuenta las características del Internet, particularmente para el 2012, influidos por el éxito de Obama. La reciente visita del "gurú de la democracia electrónica", Ravi Singh, para entrevistarse con dirigentes de los partidos e instalar una oficina en México, es una señal de lo que se acerca. Ravi Singh ofrece un poderoso software electoral como plataforma para lanzar una campaña, pero este software puede ser usado también por los ciudadanos. La herramientas están al alcance, el internet en sí las democratiza, ahora hay que empezar a jugar el juego y llevarlo al siguiente nivel y los políticos tradicionales no podrán seguir manipulando las reglas. Es el momento de hackearlos.

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