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Con la crisis económica y la circulación gratuita de información en internet, el periodismo enfrenta una encrucijada: transformarse o desaparecer
1-quien-mato-a-los-peridoicos Hace tan solo unas semanas los principales grupos editoriales de Estados Unidos y la Gran Bretaña se reunieron en Londres para definir el futuro de los medios impresos. Ante el avance de Internet las ventas de periódicos en todo el mundo han ido a la baja y parece que la tendencia no va detenerse; la costumbre de leer periódicos (de papel) parece ser ya una cosa tan antigua como los heraldos o los edictos pegados en la plaza del pueblo: aunque las nuevas generaciones se informan, a veces desde más de una fuente, este proceso se realiza en línea. El dilema de los periódicos es que, según ellos, han acostumbrado a sus usuarios a que les “regalen” sus contenidos; aunque aún existen algunas excepciones, la mayoría de los medios ponen a disposición del público internauta las versiones completas, a veces con más información, de sus publicaciones. Durante dicha reunión se habló sobre la posibilidad de “cobrar por entrar”, tal como lo hace el diario Reforma; obligar al internauta a pagar por lo que lee. Por supuesto que esta propuesta fue criticada de manera amplia en la blogosfera. Tal vez aquí el problema no sea tanto el cobrar por contenidos o el buscar la forma en que los tradicionales negocios de medios impresos sigan siendo esas inmensas y monolíticas instituciones. Aquí la situación es que la red ha hecho evolucionar la forma de dar a conocer las noticias y contenidos a un nivel que los grandes conglomerados se niegan o temen reconocer. Los periódicos enfrentan la perdida de clientes de sus versiones impresas y además la exigencia que su contenido sea libre, sin embargo la principal preocupación de éstos debería ser la cada vez más extendida ciudadanización de los medios informativos. En la actualidad abrir un blog es tan sencillo como inscribirse a un correo electrónico y tan fácil de administrar; cualquier ciudadano con rudimentos de redacción así como un teléfono con cámara es un reportero en ciernes; la “gente de la calle”, sobre todo la más joven, está creando una serie de medios alternativos que están dando el punto a las grandes instituciones. En muchos casos no solo están ganándoles con una pasmosa velocidad de reacción ante acontecimientos si no que también, por su misma naturaleza, están generando una opinión libre de intereses, más sincera y más comprometida con su público; de la misma forma estos reporteros, aunque son independientes son muy colaborativos, es decir, forman redes a través de similares para así dar mayor cobertura y fuerza a sus contenidos. Un ejemplo muy claro de esto fue el accidente del vuelo 1549 de US Airways que, antes que cualquier medio institucional, ya habían sido colgadas infinidad de fotos en Flikr casi todas ellas tomadas desde teléfonos celulares; una cobertura imposible para un medio tradicional ya que, en este caso, fueron miles los usuarios que de manera colaborativa subieron las fotos al sitio. Los diarios tienen que re inventar su esquema; estamos ante un cambio similar al de la invención de la imprenta o la radio, tal vez mucho más profundo y trascendente para nuestra civilización y su futuro. Los contenidos de Internet con cobro, no son populares y los usuarios van a preferir los más cercanos y gratuitos. Este es el momento para replantear y modernizar un modelo de negocio que fue inventado en el siglo dieciocho.

Armando Reygadas / Colaborador PS

Blog del autor: Reseñando Más Información: ¿Muera la Prensa, Viva Internet? Imagining A City Without Its Daily Newspaper Reunión de principales grupos editoriales Fotos del vuelo 1549 (Flickr)