La tensión entre Washington y América Latina podría estar entrando en una nueva fase. De acuerdo con un reportaje de NBC News, el gobierno estadounidense, bajo la administración de Donald Trump, estaría desarrollando una estrategia para intervenir en México con el argumento de combatir a los cárteles del narcotráfico.
Fuentes cercanas al gabinete presidencial indicaron que ya comenzaron los entrenamientos para una misión que contemplaría incursiones terrestres en territorio mexicano, con el fin de desmantelar laboratorios de drogas y capturar a líderes del crimen organizado. Aunque el despliegue no sería inmediato, la noticia revela un cambio significativo en la política de seguridad del país norteamericano.
La mayoría de las tropas involucradas pertenecería al Comando Conjunto de Operaciones Especiales, que operaría bajo la autoridad de la comunidad de inteligencia estadounidense conforme al Título 50, lo que permitiría su participación sin necesidad de una declaración formal de guerra. También se incluiría a agentes de la CIA dentro de las operaciones.
Según la NBC, esta maniobra podría abrir un nuevo frente en la campaña militar de Trump contra el narcotráfico en el hemisferio occidental. El posible ingreso de fuerzas estadounidenses en México reaviva viejos temores de intervención y recuerda la larga historia de tensiones diplomáticas entre ambos países.
El Caribe bajo amenaza
De manera paralela, otra investigación —esta vez de Reuters— reveló que Estados Unidos moderniza una antigua base naval de la Guerra Fría en el Caribe, lo que sugiere preparativos para futuras operaciones en Venezuela. La base de Roosevelt Roads, ubicada en Puerto Rico y clausurada hace más de dos décadas, está siendo reactivada con nuevas pistas de aterrizaje y zonas de despegue.
El informe también indica que se desarrollan infraestructuras militares en aeropuertos civiles de Puerto Rico y St. Croix, en las Islas Vírgenes, ambos territorios estadounidenses situados a menos de 800 kilómetros de Venezuela. Militares consultados por Reuters sostienen que estas obras podrían facilitar una eventual operación contra el gobierno de Nicolás Maduro, quien ha denunciado en múltiples ocasiones los intentos de Trump por derrocarlo.
Desde septiembre, Estados Unidos ha ejecutado al menos 14 ataques contra embarcaciones acusadas de narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de 61 muertes.
Los recientes movimientos militares estadounidenses, tanto en el norte como en el Caribe, evocan una narrativa que no es nueva ni ajena a América Lartina, la del control y la influencia bajo el discurso de “garantizar la seguridad nacional”. En medio de un contexto global convulso, México y Venezuela parecen reingresar al mapa de intereses de Washington, no solo por razones políticas o de narcotráfico, sino como símbolos de poder dentro de un orden mundial que busca redefinirse.