El más reciente proyecto de Christopher Nolan, La Odisea, ha generado una controversia que rebasa el ámbito cinematográfico, y es que el Festival Internacional de Cine del Sáhara Occidental (FiSahara), junto con colectivos solidarios, organizaciones de derechos humanos y reconocidas figuras del cine español, como Javier Bardem, Aitana Sánchez-Gijón o Carolina Yuste, han firmado un manifiesto contra la filmación de escenas en la ciudad de Dajla, ubicada en el Sáhara Occidental, territorio ocupado por Marruecos desde 1975.
La declaración cuestiona la decisión de rodar en un lugar que permanece en disputa política y que, según señalan, no contó con el consentimiento del pueblo saharaui. “El Sr. Nolan filmó allí sin el consentimiento del pueblo saharaui. El único consentimiento que recibió provino de la fuerza ocupante: Marruecos. A día de hoy, Dajla y el Sáhara Occidental no son el lugar soñado que Nolan imagina para su película”.
El manifiesto recuerda que “Marruecos invadió el Sáhara Occidental en 1975, expulsando de su tierra al pueblo saharaui, que se vio obligado a huir al desierto y fue bombardeado con fósforo blanco y napalm por aviones marroquíes y franceses en una ocupación que fue apoyada por Estados Unidos. Cientos de ellos siguen todavía desaparecidos”.
Asimismo, señalan que “Marruecos ha convertido a Dajla en un centro turístico, tal y como Netanyahu pretende hacer con Gaza, un sitio para practicar kitesurf, eventos culturales (incluido un festival que imita a FiSahara), conferencias, proyectos de energía renovable utilizados para maquillar de verde la ocupación, etc.”
El exhorto dirigido al director de Oppenheimer, El Caballero de la noche, Memento, El gran truco y otros blockbusters solicita también al estudio/compañías involucradas en La Odisea que “reconozcan públicamente que no deberían haber filmado escenas en Dajla, y que no las editen en la película o que obtengan el consentimiento para hacerlo del pueblo saharaui”. A
Para los firmantes, el arte no puede permanecer ajeno a las implicaciones políticas de sus escenarios. El llamado es, en sus propias palabras, a que “ninguna otra compañía cinematográfica, ni proyecto cultural, considere la posibilidad de actuar en el territorio ocupado del Sáhara Occidental. No les quitaremos ojo”, sentencian.
A continuación compartimos íntegro el manifiesto firmado por más de 800 activistas: