Para entendidos en literatura de ciencia ficción, la novela Dune tiene un lugar privilegiado entre los clásicos. Escrita en 1965 por Frank Herbert, alcanzó un éxito rotundo desde el primer año de su salida, recibiendo el Premio Nébula y convirtiéndose en el manuscrito de este género más vendido hasta la fecha. Setecientas páginas pueden parecer muchas para los lectores ocasionales, pero son muy pocas para abarcar con maestría una historia tan compleja y henchida de detalles políticos, científicos y religiosos que, medio siglo después de su publicación, siguen siendo actuales. Temas como la autoridad de figuras mesiánicas carismáticas, el determinismo del destino en oposición a la voluntad, el desgaste ecológico en planetas cuyos elementos adversos terminan por endurecer a las personas para poder sobrevivir, además de la lucha entre convicciones fuertes.
La trayectoria del atractivo de Dune entre el público también pasa por el cine, aunque como una gran oportunidad desperdiciada: lo que pudo ser su fallida adaptación de la década de los setenta en manos de Alejandro Jodorowsky. Un proyecto cancelado por falta de financiamiento y que duró cuatro años en preproducción. Hubiera reunido al pintor surrealista Salvador Dalí, a astros de la música como Pink Floyd y Mick Jagger, además de leyendas cinematográficas como Orson Welles y Gloria Swanson. Sin embargo, puede ser un inesperado consuelo que la casa de subastas Christie's ponga a la venta en París los guiones gráficos del célebre diseñador francés Jean Giraud, alias “Moebius”, y el ilustrador suizo Hans Ruedi Giger, ambos fallecidos.
Los dibujos recopilados en cuaderno han sido valuados en entre 25 mil y 35 mil euros, y el interés por lo que pudo ser Dune en el cine se ha reavivado con la nueva versión de Denis Villeneuve, protagonizada por el popular Timothée Chalamet. En palabras de Jodorowsky:
Necesitaba un guión preciso. Quería hacer la película sobre papel antes de filmarla. Hoy en día todas las películas con efectos especiales se hacen así, pero en aquella época no se utilizaba esta técnica. Quería un dibujante de historietas que tuviera genio y velocidad, que pudiera usar como cámara y que al mismo tiempo diera un estilo visual. Me encontré por casualidad con mi segundo guerrero: Jean Giraud alias Moebius. Le digo: “Si aceptas este trabajo, debes rendirte y partir mañana conmigo a Los Ángeles para hablar con Douglas Trumbull (2001: Odisea en el espacio)”. Moebius pidió unas horas para pensarlo. Al día siguiente partimos hacia Estados Unidos. Nuestra colaboración, nuestros encuentros en América con los extraños iluminados y nuestras conversaciones a las siete de la mañana en el pequeño café que había en el fondo de nuestros talleres y que por “casualidad” se llamó Café el Universo. Giraud hizo 3.000 dibujos, todos maravillosos. El guión de Dune, gracias a su talento, es una obra maestra. Se puede ver vivir a los personajes. Uno sigue los movimientos de la cámara. Se visualiza el corte, los adornos, el vestuario.
En el siguiente video –que puede mirarse con subtítulos– Moebius cuenta su experiencia trabajando en el proyecto de Jodorowsky:
La influencia de Dune en el cine llega hasta la saga de Star Wars de George Lucas y a la película Blade Runner de Ridley Scott, pero en términos propios ha conseguido resultados mixtos. Su primera adaptación de 1984 a cargo de David Lynch, aunque contó en su reparto con el músico británico Sting y Patrick Stewart de Star Trek: Next Generation, fue uno de los mayores fracasos de taquilla de los ochenta. Esto explica por qué los fanáticos han rogado desde hace décadas por una mejor versión de la novela, mientras los guiones gráficos de la cinta cancelada de Jodorowsky han adquirido un aura mítica.