Gal Gadot se encuentra en medio de una polémica porque busca proyectar un documental que lleva por título Testimonio de la masacre del 7 de octubre, proporcionado por las Fuerzas de Defensa de Israel con imágenes tomadas por militares y otras personas de los hechos ocurridos dicho día, cuando miembros del grupo Hamás secuestraron, torturaron y asesinaron a ciudadanos israelíes.
La actriz se suma así a la iniciativa tanto del gobierno de Israel como de asociaciones en Estados Unidos, el Comité Judío Americano y la Liga Antidifamación, para quienes esta proyección tiene como propósito contrarrestar un "fenómeno similar a la negación del Holocausto".
De acuerdo con informes de periodistas extranjeros y miembros de la legislatura israelí, la Knesset, que han visto el documental, este contiene imágenes sumamente violentas y de crueldad explícita.
En este punto valdría la pena preguntar si es justo que el sufrimiento de seres humanos se convierta en espectáculo y propaganda con el fin de alcanzar ciertos fines políticos.