Esto puede resultar llamativo para muchos, pero algunas de las personas más inteligentes del mundo no usan teléfonos inteligentes. Utilizan teléfonos que sólo tiene como función llamar por teléfono (en vez de smartphones, flip phones). Existe una tendencia entre intelectuales y celebridades a deshacerse de sus smartphones y canjearlos por teléfonos básicos que no están conectados todo el tiempo a internet y no llenan sus vidas de distracción. Esto es lo que es indudablemente inteligente, pues tener un smartphone cerca puede reducir la capacidad de atención e incluso disminuye funciones cognitivas (como se ha demostrado en diversos estudios).
Entre las personas que famosamente desdeñan el uso de smartphones destaca Christopher Nolan, el director de Oppenheimer. Nolan ha dicho que la razón es simplemente la distracción. Cuando está trabajando, tener un smartphone sería una distracción muy significativa. Cuando escribe guiones usa la computadora, pero sin conexión a internet. Curiosamente, el intelectual de cabecera de Silicon Valley, Yuval Noah Harari, tampoco tiene un smartphone. En una entrevista con GQ dijo: "No tengo un smartphone. Mi atención es uno de los recursos más importantes que tengo, y mi teléfono constantemente está intentando atraparla".
El gran cantante y artista conceptual de Blur y Gorillaz, Damon Albarn, tampoco tiene un celular. Esto le permite llevar una vida más creativa y libre. Otros famosos son Christopher Walken, Michael Cera, Elton John y Warren Buffet (este último usó un Samsung flip hasta 2020; esto cambió porque su compañía es una importante inversionista en Apple, pero Buffet dice no utilizar todas sus funciones).
No tener un teléfono puede ser una muy buena idea para la vida intelectual de una persona. Pero la realidad es que muchas personas no se pueden dar ese lujo (paradójicamente, en nuestro mundo no tener es muchas más veces más un símbolo de estatus que otra cosa), ya que dependen de su teléfono para trabajar. Asimismo, muchos de nosotros somos adictos al teléfono y a las diferentes plataformas. Una solución es tener un teléfono muy básico que no tenga tantas funciones pero que logre la comunicación esencial con la familia y el trabajo. También es importante tener hábitos de higiene digital, como desconectarse del internet a ciertas horas del día.
Hay además otras razones para no comprar el nuevo flamante teléfono de las grandes marcas y quedarse con teléfonos viejos o usados. Por una parte, uno deja de participar en la engañosa mercadotecnia que manipula a las personas a consumir. Al mismo tiempo, ahorras dinero que puede ser usado en cosas más benéficas. Y, más importante aún, no contribuyes a la contaminación y al calentamiento global. Los smartphones, con sus metales raros y con su ciclo de rápido desecho y reemplazo, son unos de los principales contribuyentes al problema ecológico global.
Para ello existen buenas opciones, como vender o empeñar tu teléfono y comprar un teléfono usado o reciclarlo. En esta liga puedes cotizar tu teléfono y en esta otra puedes comprar teléfonos usados. Los pasos hacia liberar tu atención y tu economía están al alcance de la mano.