Fallece Milan Kundera en París

Hace unas horas se anunció el fallecimiento de Milan Kundera, sin duda uno de los escritores emblemáticos del siglo XX, en especial de la segunda mitad, una época marcada por el compromiso político y la rivalidad entre distintas ideologías, en particular el fascismo, el comunismo, el capitalismo y el liberalismo. Por su origen checo y el año de su nacimiento, 1929, Kundera vivió en carne propia varias de las vicisitudes sociales que atravesaron Europa desde el fin de la Primera Guerra Mundial, las cuales llegaron a su literatura bajo la forma de una estructura que al mismo tiempo que sostiene las historias y los personajes involucrados en ellas, los moldea, los afecta y los limita.

En las obras de Kundera, Historia y subjetividad tiene siempre una relación conflictiva, contradictoria, incómoda. Como resultado de sus actividades intelectuales y creativas, Kundera sufrió la censura en su natal Checoslovaquia, entonces bajo un régimen comunista. Aun cuando él mismo festejó, en 1968, la llamada “Primavera de Praga”, que entre otros propósitos buscaba una vida política más democrática sin dejar el comunismo, la radicalización del régimen checo afín a la URSS de Stalin optó por marginar al escritor, que ya desde su primera novela La broma (1967) había demostrado una perspectiva crítica frente al gobierno de su país.

Como resultado de dicha censura, Kundera emigró a Francia en 1975, en donde encontró una posición mucho más cómoda y respetada para desarrollar su labor. Fue ahí donde escribió y publicó su obra más conocida, La insoportable levedad del ser (1984), que sigue la historia de tres personajes principales, Tomás y Teresa, esposos, y Sabina, amante de Tomás, que viven sus relaciones afectivas y sexuales teniendo como marco la Praga de 1968 y la confusa sensación de euforia, incertidumbre, esperanza y eventual decepción que suscita en la atmósfera social el gobierno comunista.

La novela está atravesada además por algunos aspectos de la filosofía de Friedrich Nietzsche y, en general, tiene un fuerte componente filosófico y de reflexión existencial. Con el tiempo, el exilio en Francia hizo a Kundera dejar el checo en su escritura y adoptar el francés como idioma para su trabajo literario. La inmortalidad, de 1990, fue su última novela en su lengua natal. A partir de La lentitud, publicada en 1995, ya sólo escribió en francés.

Milan Kundera falleció en París este 12 de julio a los 94 años de edad, dejando una obra sumamente admirable, lúcida, amorosa de la literatura y de sus lectores. Una obra que, sin duda, está llamada a sobrevivir todavía un tiempo más. Descanse en paz.

© 2017 - pijamasurf.com Todos los derechos reservados