En el islam se cree que Jesús o 'Isa fue creado directamente del Aliento de Dios, por lo que se le conoce con dicho nombre ("Ruhollah" en árabe). Debido a ello, a este profeta, que también es considerado el mesías, se le atribuye la capacidad de obrar milagros como resucitar a los muertos o animar cosas, por lo que es un profeta completamente relacionado con la vida.
Sin embargo, en el islam Jesús no es considerado el hijo de Dios ni se le atribuye muerte, pues se cree que fue ascendido a los cielos para evitar su crucifixión. Lo anterior ha dado pie a una gran cantidad de lecturas simbólicas y místicas.
Con respecto a las cualidades de ‘Isa, el Corán menciona:
[¡Oh Jesús!] y cuando hiciste con arcilla la forma de un pájaro con Mi venia, luego soplaste en él y se convirtió en pájaro, y curaste al ciego de nacimiento y al leproso con Mi venia, y también resucitaste a los muertos.
De acuerdo con las fuentes islámicas, 'Isa está emparentado por lazos de sangre y espiritualmente con Yahya o Juan, el profeta que existió en su misma época y que de hecho anunció su llegada (es decir, que plantó la semilla del Espíritu). El nombre de Yahya en árabe tiene su raíz en las letras 'ha', 'ya' y 'ya', que refieren a "vivificar la tierra"; también es la raíz del Atributo Divino 'Al Hayy', que se traduce como "El Siempre Viviente". Lo anterior tiene relación con el relato de su concepción, pues el Corán revela que Yahya fue concebido en la vejez de sus padres, quienes pensaban que eran estériles:
"¡Oh Zacarías! Te traemos la buena nueva del nacimiento de un hijo cuyo nombre será Juan. No hemos dado este nombre a nadie antes que a él", dijo Dios. Zacarías exclamó: "¡Oh Sustentador mío! ¿Cómo podré tener un hijo si mi mujer siempre ha sido estéril y yo he llegado ya a la vejez extrema?". "Así ha de ser", respondió el Ser Divino.
El símbolo de Juan es el agua purificadora y según las fuentes islámicas fue dotado de sabiduría desde su niñez –como la vida es sabia en sí misma–.
De acuerdo con los hadices suníes, durante la noche del ascenso el Profeta Muhammad (paz y bendiciones sean sobre su alma) encontró a Yahya e 'Isa en el segundo cielo, es decir, no sólo residieron juntos en el mundo material, sino también en el espiritual. Por lo tanto son primos física y metafísicamente.
Lo anterior es interpretado por Ibn 'Arabi como la inseparabilidad de la Vida (Al Hayy) y el Espíritu (Ruh), pues la esencia del espíritu es la vida y la vida es ascenso espiritual permanente hacia Allah –Altísimo sea–.
Si el Espíritu sopla sobre algo, el objeto inmediatamente es vivificado. Si en algo hay vida, allí se anuncia la llegada o presencia del Espíritu.
Fuentes
https://www.verislam.com/khutba-revivificacion-yahya/
http://www.studyquran.co.uk/9_HAA.htm
https://ibnarabisociety.org/jesus-according-to-ibn-arabi-souad-hakim/
Rodrigo Haydar Osegueda es filósofo por formación y contemplativo por vocación. Apasionado de los estudios de mística, política y religión. Actualmente se desempeña como editor web en jefe de la revista México Desconocido.
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