El 2023 será recordado probablemente por ser el año en el que la tecnología que bien o mal ha sido llamada "inteligencia artificial" se volvió parte de la vida cotidiana. Esto empezó en 2022 con el lanzamiento de diferentes aplicaciones como Stable Diffusion o MidJourney para crear imágenes sintéticas o ChatGPT para crear texto, entre otras. Pero, sin duda, fue al principio de este año que alcanzaron un estatus global.
Con la popularidad y el interés por estas aplicaciones, que finalmente parecían hacer interesante y útil la tecnología del machine learning, y ya no sólo de manera teórica o para áreas reservadas a unos pocos, se generó también una gran inversión en las start-ups del sector, y de la mano de esto, un enorme hype o expectativa (que es parte del mismo modelo de negocios). Aunque la tecnología es impresionante, la maquinaria del hype empezó a exagerar y a difundir nociones desaforadas sobre las capacidades y usos de la misma, al menos por el momento.
Ante este panorama, el sitio El Confidencial ha producido un documental en el que explora el estado actual de la tecnología artificial y especula sobre el futuro cercano de esta tecnología y sus efectos en el mundo humano. El documental es a la vez un tanto alarmista e hiperbólico, víctima del marketing que estas aplicaciones traen consigo. Pero hace un buen trabajo en informar sobre lo último en este ámbito y explora algunas de las preguntas más inquietantes que seguramente deberemos enfrentar. Una de ellas es justamente la creciente dificultad de distinguir qué es real y qué ha sido creado por la tecnología.
La ficción de Philip K. Dick empieza a hacerse realidad, y como ocurre en sus novelas, esto parece ser un signo de una distopía futura o quizá ya presente, pues aunque la tecnología que falsifica la realidad apenas empieza a distribuirse, ya desde hace algunos años vivimos trastornados por los efectos de la tecnología digital.
El documental de investigación noticiosa considera la posibilidad perturbadora de la usurpación de identidades que podrá ser usada por criminales y abusadores. Como ha sido visto con los recientes deepfakes de Tom Cruise, ya actualmente se pueden generar videos falsos que pueden burlar a muchas personas. Además del uso criminal esta la tentación de generar entretenimiento hecho a la medida sumamente adictivo, como en la película Strange Days. Esto puede ser una especie de caja de Pandora que podría acabar afectando seriamente la experiencia humana y la propia capacidad mental de las personas pues, como se ha dicho, con la inteligencia artificial el ser humano delega su imaginación y su inteligencia a las máquinas.
Ve en YouTube el documental El fin de la realidad