Entre los muchos, incontables elementos de la naturaleza, los árboles se encuentran entre aquellos que poseen un simbolismo especialmente profundo y destacado. Como testigos silenciosos, los árboles han acompañado la evolución de la vida desde tiempos inmemoriales, y por ello mismo se nos aparecen como una presencia sabia y persistente.
Prueba de ello es la edad del Gran Abuelo, el que muy probablemente sea el árbol más antiguo del planeta según un análisis reciente de su edad, que se estima en nada menos que 5 484 años.
El Gran Abuelo es un árbol del género conocido como lárice o alerce y se encuentra en Chile, concretamente en el Parque Nacional Alerce Costero, ubicado a su vez en la región de Los Ríos, entre las comunas de La Unión y Corral, provincias de Valdivia y Ranco, en el centro del país, a unos 800 km al sur de la ciudad capital, Santiago. En específico, la especie del Gran Abuelo se conoce como Fitzroya cupressoides (cuya tala es ilegal en el país, dada su trascendencia) y sus dimensiones se calculan en treinta metros de alto y once de perímetro.
El Gran Abuelo: el árbol vivo más longevo del planeta (Sociedad de Bioquímica y Biología Molecular de Chile)
La edad de este majestuoso árbol ha sido calculada por Jonathan Barichivich, doctor en Ciencias Ambientales adscrito a la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, quien lo conoce desde niño, cuando su bisabuelo lo llevó a dicho parque, y quien ahora, a los 41 años de edad, ha convertido al alerce en uno de sus objetos de estudio e investigación predilectos.
Para calcular con la mayor precisión posible el tiempo que el Gran Abuelo tiene sobre la Tierra, Barichivich colaboró con Antonio Lara, un reconocido dendrocronólogo, esto es, especialista en el campo de la ciencia desarrollado para establecer la edad de los árboles a partir de los anillos de crecimiento que se forman al interior de los troncos en periodos determinados conforme los árboles crecen.
Imagen de referencia: Anillos de crecimiento en un tejo (Taxus baccata) / Wikimedia Commons
Sin embargo, en el caso del Gran Abuelo, los científicos se toparon con una dificultad para llegar al núcleo del árbol, dadas sus dimensiones. La muestra que pudieron tomar del tronco corresponde apenas al 40% de su totalidad.
De acuerdo con Lara y Barichivich, en ese fragmento incompleto se puede observar el transcurso de 2 400 años, de donde se proyectó que la edad del del Gran Abuelo podría ser de 5 484 años.
De este modo, el Gran Abuelo es, con casi total certeza, el árbol más longevo del planeta, hasta seiscientos años más viejo que Matusalén, un árbol de la especie pino longevo (Pinus longaeva), también con vida, que se encuentra en las Montañas Blancas, una cordillera en la frontera entre California y Nevada, en Estados Unidos, y cuya edad se estima en 4 854 años.
El árbol "Matusalén" de las Montañas Blancas de California (Piriya Photography/Getty Images)
Para poner la edad del Gran Abuelo en perspectiva, cabe decir que ya estaba vivo más o menos al tiempo en que el ser humano descubría el bronce en Egipto y en Sumeria y Mesopotamia surgían los primeros signos considerados escritura. Asimismo, para comparar la longevidad del Gran Abuelo con otros seres vivos, se puede considerar la edad de ciertas esponjas marinas localizadas en el mar de la China Oriental y en el océano Antártico, cuya edad se estima en diez mil años; mientras que especímenes vivos de coral negro del género Leiopathes podrían tener hasta 4 265 años de edad.
Según Barichivich, el Gran Abuelo es una especie de “cápsula del tiempo”, pues calcula que el 80% de su organismo actual ha vivido cerca de cinco mil años sobre la Tierra.
En ese sentido, su estudio podría revelar la manera en que la vida en el planeta ha enfrentado los cambios que han ocurrido a lo largo de la historia, en especial en los últimos siglos y en relación con los efectos de la actividad humana.