¿Has escuchado hablar del kinam? Se trata de una práctica milenaria del México antiguo, que se define como “un arte para armonizar el cuerpo y el espíritu”. Consiste en un conjunto de técnicas y ejercicios de origen mesoamericano que tienen como objeto prepararnos en cuerpo y mente, con el objetivo de expresar la plenitud de nuestro potencial energético.
Su característica principal es que busca conectar, equilibrar y fortalecer tanto el cuerpo físico como la mente y la energía que conforman al ser humano, por lo que se le considera una práctica psicofísica.
El término kinam es una abreviación del verbo náhuatl kinatia, que se refiere a aplicar una fuerza para conseguir el equilibrio. Deriva de la raíz kin, que significa poder y en la lengua maya le da nombre al sol. El término kinam da origen a conceptos como kinamik, que es el poder de armonizar; y kiname, que se refiere a una persona equilibrada y se usa para nombrar a los practicantes de kinam.
El kinam no es una religión sino una propuesta de acción en la que es necesario aprender a respirar correctamente, poner atención a la postura física, controlar los pensamientos y educar la percepción; así, el practicante puede llegar a ser una mejor persona, sin importar cuáles sean sus creencias.
La práctica del kinam está estrechamente relacionada con la filosofía, la forma de vida y la forma de concebir al universo que caracterizaba a las antiguas culturas de Anáhuac -como se llamaba en la época prehispánica a lo que ahora conocemos como Mesoamérica-.
En el legado de las culturas prehispánicas existe un vasto acervo de conocimiento y sabiduría que es necesario comprender y aplicar para el crecimiento y bienestar personal, así como para tener una conexión con uno mismo, con la Tierra y la naturaleza, además de con la grandeza de nuestra identidad, nuestras raíces y el valor de esa sabiduría ancestral. Parte de ese legado que se ha rescatado en la actualidad es la práctica del kinam.
Si quieres saber más sobre este arte, te invitamos a consultar la información que ofrecen el Instituto Kinam y AgoraLucis, los centros en donde esta disciplina se imparte. Además, en este momento puedes aprovechar la oportunidad de formar parte de las primeras generaciones de maestros de kinam a través de un curso de certificación en kinam.
Pero incluso si tu objetivo no es ser maestro, tendrás las herramientas para gozar de bienestar físico, reducir la ansiedad emocional y mental y conectar con la práctica psicofísica que realizaban los antiguos pobladores del Anáhuac.
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Contenido cortesía de harmonia.la
Imagen de portada: El acróbata / INAH