Después de semana de tensión creciente, la madrugada del jueves 24 de febrero (tiempo de Ucrania) las fuerzas armadas rusas atacaron Ucrania, según el propio gobierno ucraniano.
De acuerdo con el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Rusia "ha lanzado una invasión de escala completa". El ministro del interior, Anton Gerashchenko, afirmó que se dispararon misiles sobre bases militares cerca de Kiev, Kharkiv y Dnieper. La OTAN condenó el ataque y lo describió como "no provocado".
Poco antes Putin había anunciado su plan de "desmilitarizar Ucrania" a través de una "operación militar especial". El presidente ruso sostiene que se trata de una intervención humanitaria. Putin hizo un anuncio en la televisión rusa a las 6 de la mañana declarando que no planeaba ocupar Ucrania, pero señalando que se castigará a quienes intenten interponerse en su meta de rescatar "a las víctimas de abuso y genocidio del régimen de Kiev". El enviado ruso ante la ONU señaló que se trata de un acto de "autodefensa" y no una invasión, pues no atentarán contra civiles.
La alianza de los países occidentales que apoyan a Ucrania ha anunciado severas sanciones económicas para Rusia, incluyendo congelar las cuentas de los oligarcas rusos.
Rusia ha argumentado que existe una especie de genocidio en algunas provincias del este de Ucrania en las que personas con afiliaciones rusas están siendo oprimidas o incluso asesinadas. Asimismo, desde hace años, ha dicho que la posible inclusión de Ucrania en la OTAN es una seria amenaza a la autonomía rusa. Putin había exigido que los poderes occidentales garantizaran que Ucrania no sería admitida en la OTAN, como lo han sido recientemente Polonia, República Checa y Hungría.
Además del conflicto armado, obviamente se está llevando a cabo una guerra de (des)información y una guerra económica en la cual también podría verse involucrada China, el país que ha dado señales de apoyar económicamente a Rusia y que también parece amenazar la unipolaridad del poder occidental. Se trata quizá del primer gran conflicto bélico en la "era de la posverdad".
Algunos analistas creen que este conflicto se puede convertir en el más grave que se ha presentado en el mundo después de la Segunda Guerra Mundial.