En los últimos días, buena parte del territorio mexicano ha entrado en la temporada anual de sequía que caracteriza el inicio de la primavera. Y si bien este es un fenómeno periódico, ello no ha evitado que, como consecuencia, algunas zonas boscosas estén padeciendo incendios, varios de ellos iniciados por la actividad humana y potenciados por las condiciones en que se encuentra el terreno debido a la falta de lluvias y al intenso calor.
Un incendio lamentable comenzó hace unos días en una zona del estado de San Luis Potosí que está considerada dentro de Wirikuta, el territorio sagrado del pueblo originario wixárika (también conocido como “huichol”).
De acuerdo con el medio mexicano La Jornada, que a su vez recuperó información oficial emitida por la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC) del gobierno local, el siniestro fue detectado por primera vez desde mediados de marzo y al momento ha consumido un área de más de quinientas hectáreas.
Hasta el momento, la información sobre los esfuerzos para contener el fuego es contradictoria. Por un lado, la CEPC aseguró haber enviado trescientos brigadistas para ejecutar acciones de emergencia en la zona. Sin embargo, la organización civil Nación Wixárika (que de alguna manera ofrece la perspectiva del pueblo homónimo y otros pobladores de la zona) negó que dicho personal se hubiera presentado y, más aún, que hasta la fecha el gobierno (de ningún nivel) haya ofrecido apoyo para mitigar el incendio, siendo que las acciones emprendidas hasta ahora han corrido más bien a cargo de comuneros y brigadas voluntarias de pobladores locales.
Sea como fuere, aunque el incendio parecía controlado casi en su totalidad, hace unos días la intensidad de los vientos avivó las llamas y, con ello, provocó que el fuego volviera a cobrar fuerza.
Una forma de apoyar los esfuerzos de los brigadistas que combaten actualmente el fuego es realizar donaciones en especie de sueros, agua, fruta y alimentos enlatados, además de herramientas como picos, palas, azadón, guantes de carnaza, chalecos y cubetas, todo ello en el centro de acopio instalado en Pedro Vallejo 713, Barrio San Miguelito, en San Luis Potosí. Los responsables de este centro de acopio son el sacerdote Gerardo Ortiz de Cedral (número telefónico: 4444293607) y Tonatiuh Velázquez (4443692812).
Cabe mencionar, por último, que la zona del incendio fue declarada Área Natural Protegida desde el 7 de octubre de 2020, además de que, culturalmente, está dentro de los límites del Sitio Sagrado Natural de Wirikuta y la Ruta Histórica Cultural del Pueblo Wixárica, de modo que cualquier daño sufrido atenta contra el patrimonio natural y cultural de México.
Imagen de portada: anaroza / Flickr (CC BY-SA 2.0)