Desde que fue propuesta por Hugh Everett en 1957, la noción de los múltiples mundos o universos paralelos ha generado una enorme discusión en el campo de la física. Esta teoría es especialmente interesante porque permite explicar algunos de los fenómenos más extraños y contraintuitivos que caracterizan a la mecánica cuántica.
Diversos físicos, entre ellos Heisenberg y Bohr, han notado que la manera en la que hablamos de las cosas en el mundo convencional no se ajusta a la forma en la que se comportan las partículas subatómicas, de manera que en vez de pensar en los átomos como "cosas", es más preciso pensar que son "partículas" u "ondas" de "probabilidad". Uno de los comportamientos extraños que se han observado consiste en que los electrones pueden estar en múltiples posiciones al mismo tiempo. Y por si esto no fuera "inusual", este estado de superposición sólo se resuelve cuando se realiza una observación, lo cual implica que el acto mismo de observar afecta la materia y su comportamiento.
El físico Sean Carroll, uno de los científicos más célebres actualmente, ha sugerido que esta superposición debe tomarse en serio. Esto significa que si los electrones están en múltiples lugares ello implica la existencia de universos paralelos. Carroll cree que el electrón en el estado de superposición está en todas las posiciones posibles, sólo que en universos paralelos.
Estos universos paralelos no son como los mundos imaginados comúnmente por la ciencia ficción, en los que cada cosa que uno imagina se convierte en realidad, sólo que en otro mundo. Las cosas, aunque puedan existir en múltiples mundos, siguen ecuaciones y patrones regulares que limitan las posibilidades de los mundos alternos posibles.
En lugar de pensar en el mundo macroscópico (en fenómenos como el Big Bang, por ejemplo), Carroll sugiere que primero debemos pensar en los fundamentos de la naturaleza, el mundo cuántico y sus partículas subatómicas. Y agrega, con un tono en el que algunos verán una especie de dogmatismo, que la física cuántica no es una aproximación a la verdad, "es la verdad" (por todo lo que sabemos). Y debido a esto, ya que las partículas subatómicas se comportan así, no debemos asumir que estos comportamientos no son relevantes, sino que debemos trazar todas sus implicaciones y consecuencias en nuestro modelo de realidad.
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