Si la buena suerte existe, el caso de este hombre podría considerarse una prueba de ello, pues el mismo día que terminó su tratamiento de quimioterapia ganó uno de los premios mayores de la lotería local, con un valor de 200 mil dólares.
El hecho afortunado ocurrió en Pink Hill, Carolina del Norte, Estados Unidos, en donde reside Ronnie Foster, un empleado jubilado del Departamento de Transporte estatal. Ronnie se enteró en enero pasado de que padecía cáncer de colon, a raíz de lo cual tuvo una cirugía en febrero y más tarde, en abril, comenzó a seguir un tratamiento de quimioterapia.
Paralelamente, Ronnie ha sido un jugador asiduo de un juego de lotería local llamado Lotería Educacional. La mañana en que ganó el premio, Ronnie compró un primer boleto de camino al hospital de la ciudad, adonde se dirigía para tomar su última ronda de quimioterapia, de acuerdo con el tratamiento prescrito por sus médicos. Ese boleto, que le costó 1 dólar, lo premió con 5 dólares, con los cuales decidió comprar dos boletos de lotería más.
Ronnie rascó entonces uno de los dos boletos y, para su decepción, no obtuvo nada. Sin embargo, al rascar el segundo apenas y pudo contener la emoción al ver “todos esos ceros”, según contó a los medios locales. Simplemente no podía creer que el boleto marcaba un premio de 200 mil dólares.
El viernes pasado el hombre reclamó su premio, el cual fue finalmente de 141 mil 501 dólares, luego de restarle los impuestos fiscales correspondientes. Según declaró, dicho dinero lo usará para pagar la parte de los costos de su tratamiento médico que su seguro no cubre.
Sin duda, esta es una historia elocuente de suerte y buena fortuna.
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