El hatha yoga es la fuente de gran parte del "yoga" que se practica en el mundo actualmente. Existen muchos tipos de yoga y muchos entendimientos distintos de lo que es el yoga (término que originalmente significa "ayuntar", "yunque", "unión"), pero es el hatha yoga el que ha dominado, si bien también al occidentalizarse y comercializarse ha perdido mucha parte de su esencia, acercándose más al fitness que a la meditación y a una motivación soteriológica. Por esto mismo, cabe reflexionar en lo que significa "hatha yoga".
Hatha en sánscrito significa "fuerza". Así, el hatha yoga consiste en gran medida en la utilización de la fuerza o el poder para obtener el yoga, el estado de unión, o el estado de poder espiritual (y a veces mundano). De aquí que se utilicen asanas, algunas extremas, cuya función es de alguna manera forzar la concentración o los estados mentales asociados con el samadhi (es importante mencionar que la función de toda asana o acción física es simplemente facilitar la meditación o los estados contemplativos).
El hatha yoga nace entre los nath-yogis de la India, quienes a su vez están ligados a siddhas medievales que practicaban tantra y alquimia (aunque míticamente su fundador es la figura divina semilegendaria Dattatreya). Curiosamente, es el tantra budista el que influye directamente en la conformación de un vocabulario y una serie de prácticas -sin embargo, el tantra budista es a la vez influenciado por el tantra hindú y la alquimia medieval-.
Ahora bien, muchos practicantes de yoga seguramente han escuchado otro significado del nombre "hatha", que tiene que ver con la unión del Sol y la Luna, donde se enseña que las dos sílabas (ha y tha) representan estos dos astros y también el aspecto masculino y femenino que se unen, hacen yoga. Hay que decir que esto no es lo que significa la palabra hatha, sino una lectura esotérica que sí existe en la misma tradición, aunque ha tenido mayor énfasis en la época moderna.
La razón por la cual se ha entendido que el hatha yoga es la unión del Sol y la Luna tiene que ver con el sistema anatómico esotérico del tantra y la alquimia. En el tantra y en la alquimia se utilizan las metáforas de dos gotas (bindu) que se unen en el cuerpo; la gota lunar en la cima de la cabeza y la gota solar en el vientre. Esta unión marca el despertar o la liberación, literalmente el estado del yoga. El Hatha Yoga Pradipika, uno de los textos fundacionales de esta tradición, dice: "Saludos a Susumna, a la Kundalini, el néctar que se origina de la Luna"; este es el néctar que se encuentra en la corona, asociado con el despertar de la divinidad (Shiva, la conciencia pura), que es despertado por Shakti, la energía kundalini de la base.
Uno de los principales maestros de hatha yoga en Occidente, Richard Freeman, explica este proceso como un diálogo interno entre opuestos, entre los dos canales o nadis (ida y pingala) que deben primero abrirse simultáneamente, para así balancearse, y luego cerrarse, de esta manera forzando que la energía o el aliento entre y suba por el canal central (susumna). Esta síntesis entre el Sol y la Luna es el yoga, el estado alquímico de conjunción, el "camino medio" a través del cual se alcanza el éxtasis de la vacuidad o el estado de unmani.
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