En los últimos años, el yoga se ha convertido en una práctica masiva en el mundo. Actualmente, se calcula que hasta 35 millones de personas practican yoga sólo en Estados Unidos. Sin embargo, la mayoría de las personas practica una versión del hatha yoga que poco tiene que ver con el yoga tradicional y que, por otra parte, poco se interesa por las raíces del yoga.
Para corregir esta seria ignorancia, James Mallinson y Mark Singleton, profesores de Oxford, han publicado el que tal vez sea el libro más importante en la historia de los estudios académicos del yoga: The Roots of Yoga, una revisión de los textos sánscritos y vernáculos que originaron el hatha yoga, así como sus fuentes budistas, tántricas y los pasajes clave de las Upanishad, las épicas y otros textos antiguos como, por supuesto, los Yoga-sutras de Patanjali. El resultado es un extenso estudio de lo que es auténticamente el yoga en estricta consonancia con la tradición.
Mallinson está especialmente calificado en este sentido, ya que además de sus impecables credenciales como sanscritista, habiendo estudiado con Alexis Sanderson, es un yogui consumado, pues fue iniciado a la orden de los Ramanandi Tyagi hace unos años. Curiosamente, Mallinson es miembro de la realeza británica, siendo seguramente el único barón con dreadlocks y que ha pasado mucho tiempo vagando con sadhus en la India. Y, por si fuera poco, Mallinson es un gran aficionado al parapente (hizo esta película sobre sus vuelos en los Himalayas).
Hace poco Mallinson dio a conocer la versión en cómic, ilustrada por Piero Macola, de su odisea en búsqueda de recuperar las raíces del yoga, en la cual narra su propia historia y se centra en la actualidad del yoga en la India, contrastándola con la forma en que se practica en Occidente. Mientras que en el oeste el yoga es practicado sobre todo para obtener beneficios físicos -fitness y belleza corporal-, para los ascéticos las asanas tienen una importancia marginal: su propósito es sobre todo permitir que el cuerpo se sienta estable y cómodo en la posición meditativa, sentado con las piernas cruzadas, para poder meditar por varias horas seguidas... o hasta días en torno al fuego sagrado, practicando tapas. El cómic cuenta historias de hombres que pasan la vida entera sin sentarse o realizando ciertas asanas radicales como mantener los brazos levantados toda la vida, hasta que el Señor Shiva se revele. Y termina con una nota preocupante, pues sugiere que la globalización está contaminando el yoga y ahora es incluso difícil encontrar auténticos yoguis en la India, si bien la tradición sigue viva.