En los Alpes italianos se encuentran unas extrañas estructuras de arcilla moraína de la Edad de Hielo que se elevan como pirámides naturales sobre las que descansan grandes tierras. Estas estructuras son especialmente hermosas, como señala el fotógrafo Kilian Schoenberger, bajo condiciones de niebla. Se convierten en lúgubres y tétricos tótems de otra era, vigías de las alturas.
Los pilares de Tirol del Sur son labrados por la erosión y en las temporadas secas son sólidos, pero después de la estación de lluvias se vuelven fangosos y adelgazan hasta el punto de que las laderas colapsan.
Las fotos presentadas son obra de Schoenberger, y realmente resaltan la belleza de este lugar al encontrar una iluminación más tenue y crepuscular.