El panteón de la India es aún más complejo que el de los dioses griegos, con leyendas y mitos en los que las deidades se transforman en otras, reemergen con nuevos nombres y en general viven una promiscuidad incontenible. La India es la gran tierra de las religiones, madre del budismo, el hinduismo, el jainismo y otros cultos sincréticos. Es también la tierra que nos ha dado el yoga y el tantra y, actualmente, el cine de Bollywood influenciado por esta profusión de deidades.
El hinduismo es un término creado por académicos occidentales, en gran medida reduccionista, aunque útil para agrupar a una serie de diversos cultos que tienen en común derivarse del pensamiento védico y abrazar una serie de textos como son los Upanishads o el Mahabharata, entre otros.
Hay que mencionar que este mapa es muy útil por su presentación en un árbol, por su inclusión de las deidades más importantes y sus símbolos, pero en ninguna medida puede considerarse como definitivo, ni siquiera como un acercamiento preciso al universo divino de la India. Una versión definitiva sería por supuesto imposible, debido a la complejidad y al nivel de bifurcaciones de cada una de las deidades.