La magia está por todas partes. Cada esquina del mundo desarrolló su propio pensamiento mágico, un sistema de creencias asociadas a rituales y objetos en los que se depositaban los deseos, sueños y frustraciones de aquellos que, ayudados por el poder de lo misterioso, perseguían lo que se creía imposible.
Cráneo utilizado en rituales mágicos
En el Museum of Witchcraft And Magic, ubicado en Cornwall, Inglaterra, está la colección más grande de objetos mágicos en todo el mundo. Alrededor de 3 mil objetos y artefactos místicos se encuentran resguardados detrás de sus puertas, quizá esperando su momento para volver a salir. La fotógrafa Sara Hannant realizó una estadía artística en el museo, intentando captar con su lente un poco de la fuerte energía que desprenden estos objetos. Estas imágenes están reunidas en su libro más reciente: Of Shadows: One Hundred Objects from the Museum of Witchcraft and Magic.
Una muñeca tejida con una fotografía, usada para representar a la persona a la que va dirigido un hechizo que le afectará
Gatos momificados
El método a seguir fue esperar a la noche para fotografiar cada objeto, para que emergiera su verdadera naturaleza. Entre los miles de objetos a seleccionar, Hannant do prioridad a aquellos más poderosos y que mejor representaban la gran variedad de tradiciones que conviven en el interior del museo: magia blanca, ceremonial, francmasonería, satanismo, alquimia y wicca.
La deídad con cabeza de cabra, Bafomet, posee atributos tanto femeninos como masculinos y es representada como una cabra dentro de un pentagrama
Talismán lunar perteneciente a Gerald Garner, padre del resurgimiento de la hechicería a mitad del siglo XX
Una raíz de mandrágora, planta utilizada para elaborar pócimas y ungüentos
Muñeco de hombre con clavos
La muñeca de una bruja
Un athame, cuchillo ceremonial que perteneció a Brownie Pate, bruja y bailarina de ballet