Científico sugiere que existe una conexión telepática entre las madres y sus bebés
AlterCultura
Por: Luis Alberto Hara - 05/02/2017
Por: Luis Alberto Hara - 05/02/2017
Rupert Sheldrake es uno de los científicos más controversiales (y quizás geniales) de nuestra época. Sus libros han sido denunciados por la revista Nature como dignos de ser quemados y sus airadas discusiones con el científico ateo Richard Dawkins han levantado gran revuelo en la web. Shelrdake investiga temas que para la ciencia materialista moderna son herejía --entre ellos, la telepatía-- y esto le ha ganado el anatema de la comunidad científica. A este respecto, habría que recordar una frase del científico mexicano Jacobo Grinberg, "la ciencia está en su método, no en su objeto", que se refiere a que lo importante de la ciencia es que se haga con un método riguroso y no el tema u objeto que se estudie.
Sheldrake ha realizado numerosos experimentos que parecen comprobar que la telepatía ocurre entre los animales de manera natural, como parte de la misma evolución. El biólogo ha hecho experimentos de telepatía entre humanos y sus mascotas, telepatía telefónica, el efecto telepático de sentir que uno es observado, y ha investigado también la posibilidad de que exista un efecto telepático entre las madres y sus bebés durante la lactancia. En este último caso la evidencia no es concluyente, pero Sheldrake considera que hay indicios de que esto ocurre.
La hipótesis de la relación telepática entre una madre y su bebé se basa en el reflejo de eyección o reflejo de bajada (let-down reflex), el cual es mediado por la oxitocina (la llamada hormona del amor) que se produce en la glándula pituitaria. Cuando este efecto tiene lugar, las mujeres experimentan un breve cosquilleo en los pechos y la leche empieza a salir. El reflejo es detonado usualmente por la estimulación de los pezones que hace el bebé, por su llanto o incluso a veces por pensar en el bebé.
En la literatura médica, se tienen reportes de madres que sostienen que cuando están lejos de su bebé pueden saber cuando éste las necesita porque se produce el reflejo de bajada. En un ejemplo, una madre pudo constatar esto al tener el hábito de hablar a casa en el momento que ocurría el reflejo, instante que coincidía con el despertar de su bebé, que estaba siendo cuidado por una nana (babysitter). Otra mujer de Blackburn, Lancashire, sostiene que esto le ha pasado con cada uno de sus seis hijos, a los cuales ha amamantado.
Sheldrake diseñó un sondeo con un grupo de mujeres de un centro de yoga en Inglaterra. Se le preguntó a un grupo de 62 mujeres si habían notado una relación entre el reflejo de bajada y el hecho de que su bebé las necesitaba o que estaba en un estado de perturbación (según la persona que lo estaba cuidando en lugar de ellas). 27 dijeron que no sabían, 19 que no y 16 que sí. Lo interesante de esto es que de las 16 que dijeron que sí, 15 habían alimentado a su bebé por más de 6 meses, lo que les daba la oportunidad de tener momentos para alejarse de él y notar esta relación. De las 19 que dijeron que no, sólo nueve habían amamantado a sus bebés durante más de 6 meses. Esto podría parecer poco relevante; sin embargo, existe una diferencia estadísticamente significativa (chi-squared 8.67; p<0.005.). Sheldrake ha notado también que las mujeres que han tenido más hijos, y por lo tanto más oportunidades de notar esta coincidencia, suelen reportar mayor incidencia de este fenómeno.
Sheldrake planea realizar estudios más concluyentes que este sondeo, el cual es apenas un primer esbozo de un fenómeno que muchas personas sostienen como algo real que experimentan cotidianamente. ¿Se trata de una mera proyección del amor de la madre que se imagina estrechamente conectada a su bebé, o realmente es la más íntima conexión biológica a distancia?
Puedes participar en experimentos telepáticos en el sitio de Sheldrake.org.