Sin importar la definición que tengamos del éxito, a veces no necesitamos agregar más cosas para alcanzarlo y acercarnos a la persona que podemos llegar a ser, simplemente tenemos que renunciar a algunas de ellas.
Renuncia a un estilo de vida poco sano
Si quieres lograr algo en la vida, todo comienza aquí. Primero tienes que cuidar tu salud, y para ello sólo hay dos cosas que debes tener en cuenta: comer bien y hacer ejercicio. Son pequeños pasos, pero algún día te darás las gracias por darlos.
Renuncia a la mentalidad a corto plazo
Las personas exitosas se fijan metas a largo plazo y saben que estos objetivos son el resultado de hábitos a corto plazo que necesitan hacer todos los días. Estos hábitos saludables no deben ser algo que haces sino algo que encarnas.
Renuncia a hacer lo mínimo indispensable
Si nunca intentas tomar grandes oportunidades ni permites que tus sueños se conviertan en realidades no desarrollarás tu verdadero potencial, y el mundo nunca se beneficiará de lo que podrías lograr. Expresa tus ideas, no tengas miedo de fallar y, sobre todo, no tengas miedo de tener éxito.
Abandona las excusas
La gente asertiva sabe que es responsable de su vida sin importar su punto de partida, debilidades y fracasos pasados. Darte cuenta de que tú eres responsable de lo que sucede en tu vida es aterrador y emocionante al mismo tiempo. Cuando lo haces eso se convierte en la única manera en que puedes tener éxito, porque las excusas nos limitan y nos impiden crecer personal y profesionalmente. Sé dueño de tu vida, nadie más lo será.
Renuncia a tu mentalidad fija
Las personas con una mentalidad fija piensan que su inteligencia o talento son simplemente rasgos estáticos que no deben cambiar y que el talento crea éxito sin esfuerzo, pero están equivocadas.
La gente exitosa invierte una cantidad inmensa de tiempo todos los días para desarrollar una mentalidad de crecimiento, adquirir nuevos conocimientos, aprender nuevas habilidades y cambiar su percepción para beneficiar sus vidas. Recuerda: quien eres hoy no es quien tienes que ser mañana.
Olvídate de las soluciones instantáneas
Las personas exitosas saben que hacer pequeñas mejoras cada día dará resultados a largo plazo. Es por eso que se debe planear para el futuro, pero centrándose en el día que está por delante.
Renuncia a tu perfeccionismo
Nada será perfecto, no importa lo mucho que lo intentemos. El miedo al fracaso (o incluso el temor al éxito) a menudo nos impide ponernos en acción y poner nuestra creación en el mundo, pero muchas oportunidades se perderán si esperamos a que las cosas estén bien.
Renuncia a la multitarea
La gente exitosa sabe esto. Es por eso que eligen una cosa y luego la convierten en su misión. No importa de qué se trate --una idea de negocio, una conversación o un entrenamiento, estar plenamente presente y comprometido con una tarea es indispensable.
Abandona tu necesidad de controlarlo todo
Diferenciar estas dos cosas es importante. Olvídate de lo que no puedes controlar y enfócate en lo que sí depende de ti, incluso si, a veces, lo único que podrás controlar es tu actitud hacia algo.
Abandona la obligación de decir "sí" a las cosas que no apoyan tus metas
Las personas exitosas saben que para lograr sus metas tendrán que decir "no" a ciertas tareas, actividades y demandas de sus amigos, familiares y colegas. En el corto plazo puedes sacrificar un poco de gratificación instantánea, pero cuando tus metas lleguen a buen término todo valdrá la pena.
Abandona a la gente tóxica
Las personas con las que pasamos más tiempo se suman a lo que nos convertimos. Hay individuos que están menos realizados en su vida personal y profesional, y hay quienes están más realizados que nosotros. Si pasas tiempo con gente que se encuentra en un buen proceso de desarrollo personal, no importa lo desafiante que pueda ser, llegarás a tener más éxito. Observa tu alrededor y ve si necesitas hacer cambios.
Renuncia a la necesidad de agradar a los demás
No podemos esperar que todas las personas piensen de la misma manera. Siempre habrá quienes se identifiquen contigo y quienes no lo harán, y eso no implica que alguien tenga la razón, sólo significa que somos seres complejos y singulares. Esto es totalmente natural, y por ello no hay necesidad de que justifiques tu manera de ser o de pensar.
Lo único que puedes hacer es ser honesto, dar algo bueno de ti cada día y saber que el creciente número de gente en desacuerdo significa que estás haciendo cosas que pueden incomodar o confrontar los prejuicios o las ideas de los demás pero ésa ya no es tu responsabilidad. El desacuerdo no es malo, es necesario para avanzar.
Renuncia a tu dependencia a las redes sociales y a la televisión
La navegación compulsiva en la web y la televisión es una enfermedad de la sociedad actual. A menos que tus objetivos dependan de estos medios, debes minimizar (o incluso eliminar) tu dependencia a ellos y dirigir ese tiempo hacia cosas que puedan enriquecer tu vida.
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