La civilización occidental se ha diseminado por todo el mundo destruyendo gran parte de las tradiciones locales, por lo cual hay un cierto romanticismo y fascinación cuando se encuentran tribus que se mantienen aisladas de los influjos de la globalización. Algo que es cada vez más raro.
El fotógrafo brasileño Ricardo Stuckert se encontró un poblado indígena hace un par de días en el estado de Acre, cerca de la frontera con Perú. Brasil tiene cerca de 80 grupos no contactados, cuya existencia se encuentra en riesgo debido a la tala ilegal, la minería y al tráfico de drogas. Los pobladores evidentemente se mostraron impresionados por el helicóptero, si bien utilizan machetes y palas, por lo cual no están absolutamente libres de la civilización.
Según el experto José Carlos Meirelles, tres grupos indígenas aislados viven en esta zona. En 2014 un cuarto grupo hizo contacto y le dijeron que pensaban que los helicópteros eran algo mágico o un pájaro gigante. "Usan hachas, machetes, cacerolas, pero no saben casi nada de nuestro mundo. No tienen idea de la confusión en la que estamos", dice Meirelles.
La tribu estaría compuesto de 300 personas que viven de plátanos, camotes, manioca, nueces y de la pesca. Meirelles recalca que no conocemos qué idioma hablan estas tribus, por fortuna, porque cuando lo hagamos eso significará que están por desaparecer.