Venus hoy en día es lo más parecido en el Sistema Solar a la imagen que tenemos del infierno: una atmósfera de nubes tóxicas incandescentes, temperaturas sumamente elevadas y un yermo en la superficie. Pero, según nuevas simulaciones computarizadas, hace 1 o 2 mil millones de años Venus podría haber sido muy parecido a como es la Tierra actualmente.
Los científicos intentan averiguar cómo es que Venus se volvió tan diferente a la Tierra, cuando estos dos planetas hermanos empezaron de manera tan similar.
Venus y la Tierra tienen casi el mismo tamaño y densidad y el hecho de que hayan surgido muy cerca en el tiempo sugiere que estaban formados por la misma materia prima. Los científicos consideran que en sus primeros años Venus albergaba una gran cantidad de agua; esto debido a su alta proporción de átomos de deuterio en relación a átomos de hidrógeno.
Los investigadores del Planetary Science Institute en Arizona realizaron una simulación estableciendo las condiciones ambientales base de Venus y crearon cuatro modelos con las diferentes variables para entender cómo pudo haber evolucionado. Los resultados muestran que es altamente probable que en la historia de Venus hubo períodos habitables según lo que conocemos de la biogénesis, con océanos de agua líquida en contacto con rocas, e incluso desarrollo de nubes y hasta caída de nieve, algo que actualmente parece radicalmente lejano.
Es posible que la vida haya evolucionado en Venus --pero quizás nunca lo sabremos de cierto. Y es que hace 715 millones de años los océanos de este planeta hirvieron y se evaporaron y una serie de masas volcánicas transformó radicalmente el paisaje venusino.
Venus, que simboliza a Lucifer, el ángel caído, la estrella del amanecer, tal vez también fue "la más bella", como la diosa Afrodita, un temprano paraíso en la evolución de nuestro sistema solar.