Estos datos muestran que las bacterias dominan el planeta: desde el origen de la vida hasta tu intestino

El ser humano ciertamente parece ser la especie más influyente del planeta en la actualidad, tanto que algunos científicos ya llaman a nuestra época el Antropoceno, esto en referencia a que el ser humano está transformando prácticamente todas las formas de vida del planeta (y no de manera muy positiva). Dicho eso, si se trata de dominio en términos estadísticos netos o en relación a toda la historia de la Tierra, debemos decir que las bacterias son ciertamente los organismos dominantes.

Científicos de la Universidad de Georgia han calculado que existen cerca de 5,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000 bacterias, una cifra que hace palidecer nuestros problemas de sobrepoblación con 7 mil 400 millones de personas. Aunque las células bacteriales son sumamente pequeñas, aun así su biomasa estimada es de 350 mil millones de toneladas, mientras que la biomasa de la humanidad es sólo de 105 millones de toneladas, así que las bacterias tienen 3 mil veces más peso que nosotros en la Tierra. 

No sólo en nuestro planeta tienen imperio sino también en el cuerpo humano, donde según el Proyecto del Microbioma Humano existen alrededor de 100 billones de células bacteriales, lo cual constituye unas 10 veces más que células humanas, lo que ha hecho que se ponga en duda nuestra definición ontológica y ha generado que se hable de los seres humanos como "superorganismos", colonias  ambulantes de seres o híbridos humano-bacteriales. 

Las bacterias, por supuesto, son los primeros seres vivos y se cree que hace 3.5 mil millones de años empezaron a evolucionar. Su evolución naturalmente se desdobló en la de otros seres y casi todas las criaturas existentes les deben sus sistemas enzimáticos y vías metabólicas. De hecho, las mitocondrias que forman las células de todos los animales, plantas u hongos, originalmente eran bacterias libres que fueron incorporadas a organismos multicelulares por su capacidad de eliminar compuestos tóxicos del oxígeno libre. Y en realidad todo el oxígeno que respiramos se debe a las bacterias, ya que los cloroplastos, los orgánulos celulares responsables de la fotosíntesis, eran también antes cianobacterias. 

Por si esto fuera poco, y no suficientemente apabullante para nuestro ego monopólico, algunas de las teorías más serias que intentan explicar el origen de la vida, como la panspermia, teorizan que la vida en la Tierra pudo haberse producido a partir de bacterias extremofílicas (que son capaces de resistir las temperaturas extremas del espacio) que pudieron haber llegado en un meteorito.

Pero más inaudito aún es la teoría que esboza Howard Bloom en su libro The Global Brain, en el que estudia la forma en la que se comunican las bacterias y concluye que su sistema de comunicación --capaz de autoorganizarse y generar una especie de algoritmos de respuestas inteligentes-- es más avanzado de lo que creemos y que incluso puede considerarse un Internet orgánico de hace 3 mil millones de años.

Todos estos datos puedan ayudarnos a comprender la importancia de cuidar la diversidad de la vida que alberga el planeta y cada ser humano, como una especie de microcosmos de la Tierra. Y es que en el delicado equilibrio del ecosistema planetario la extinción de ciertas especies puede tener serias consecuencias para muchas otras especies y, de igual manera, la extinción de ciertas bacterias en nuestros intestinos puede tener serias consecuencias para nuestro organismo.

 

Fuentes

http://www.nytimes.com/2012/06/19/science/studies-of-human-microbiome-yield-new-insights.html?pagewanted=all&_r=0

http://extension.oregonstate.edu/lane/sites/default/files/documents/factoids_about_bacteria_and_fungi_rev.pdf

http://www.ubiomeblog.com/

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