Sirio, la estrella más brillante del firmamento (si contamos a Venus como un planeta), ha hecho su salida helíaca el 26 de julio de 2016. Esta fecha era sumamente importante para diferentes culturas, particularmente para la egipcia, para la cual marcaba el Año Nuevo y la crecida del río Nilo. La salida helíaca de Sirio puede variar por unos días según la latitud (tomamos en cuenta la latitud de la Ciudad de México; en este sitio puedes calcular el amanecer de Sirio según tu ubicación).
La reaparición de la estrella Alpha Sirio --que es parte de un sistema binario, el cual fue increíblemente reconocido por la tribu africana de los dogones-- era considerada una fiesta religiosa en la antigüedad, relacionada con el cumpleaños o la celebración de Isis, la diosa egipcia vinculada con este astro.
Sirio renace simbólicamente después de estar oculta por los rayos solares. Puede observarse estos días veintitantos minutos antes del amanecer. Si bien puede que este no sea el mejor momento para apreciar el resplandor azulado de Siro, ya que su luz es anegada por la salida del Sol rápidamente, el evento tiene una poderosa connotación simbólica y energética. Se puede ubicar a Sirio, la estrella del perro, en la constelación Canis Major por debajo de Orión, cuyo cinturón apunta directamente a Sirio (el perro acompaña al cazador). La también llamada Sotis brillará con una magnitud aparente de -1.44. Cuando está cerca del horizonte, la luz de Sirio tiene un distintivo resplandor que va del azul al rojo.
La salida de Sirio marcaba para los egipcios la promesa de la fertilidad, ya que las aguas del Nilo enriquecían la tierra para que luego pudieran crecer sus cultivos. Para los romanos esta fecha era el heraldo de la canícula y el poder destructivo de la luz. Plinio habló de "la luz letal de Sirio" y Manilo escribió que Sirio "duplica el calor ardiente del Sol". Tenemos aquí una doble fiereza, ya que el Sol entra en estas fechas caniculares al signo donde tiene su domicilio, Leo.
Este año el surgimiento de Sirio coincide con el Año Nuevo maya según el calendario de José Argüelles, el cual parece ser mayormente una invención new age, aunque está basado en algunos principios más antiguos.