El Club 33 es uno de los sitios más exclusivos del mundo, y ciertamente un área poco visitada dentro de Disneyland. Inaugurado en 1967, era el lugar donde Walt Disney llevaba inversionistas para hablar de cosas adultas en el número 33 de la calle Royal, en el New Orleans Square.
Este sentido de exclusividad se ha conservado al cobrar una membresía de más de 10 mil dólares anuales a sus miembros, que pueden asistir acompañados de invitados, donde una cena para cinco personas puede costar más de mil dólares. Además, es el único lugar del parque donde puedes encontrar un martini decente.
La antigua casona sureña --encarnación de los valores coloniales de su arquitecto y líder emocional-- fue remodelada en fechas recientes para conservar el atractivo. Hay muchos videos en YouTube que sirven para entender esa confusión muy estadounidense --acaso su rasgo característico-- de confundir el dinero con el valor, además de mostrar la necesidad de mantenerse voluntariamente infantilizados.