Un nuevo trabajo científico, publicado en Proceedings of National Academy of Sciences, mantiene que los insectos tienen conciencia de sí mismos. Los investigadores escanearon el cerebro de diversos insectos y analizaron su actividad cerebral cotejándola con la de los seres humanos. Aparentemente, encontraron indicadores de que los insectos tienen una sensación de experiencia subjetiva.
Aunque los insectos tienen cerebros muy pequeños su cerebro medio, asociado con la actividad de la conciencia, muestra una actividad similar a la del ser humano. En este núcleo antiguo del cerebro se logra vincular la memoria, la percepción y otros aspectos claves de la conciencia.
"Su experiencia del mundo no es tan rica o detallada como la nuestra --nuestro neocórtex añade algo a la vida. Pero de todas maneras se siente de cierta forma ser un abeja", dice uno de los autores.
Esto no significa que las abejas tienen pensamientos como los nuestros, en los que reflexionan sobre cómo es ser un abeja o se hacen preguntas filosóficas, sino que integran experiencia subjetiva.
Según los autores, la investigación puede arrojar luz sobre cómo nació la conciencia entre los animales.
Quizás la ciencia algún día descubra, un poco más tarde que otras disciplinas del conocimiento, que todas las cosas tiene conciencia.