La artista brasileña Ana Smile parece haber cruzado una frontera que muchos han calificado como ofensiva. Su serie Santa Blasfemia consiste en intervenir figuras religiosas católicas para transmutarlas en algunos de los personajes predilectos del imaginario colectivo, entre ellos Batman, Frida Kahlo, Catwoman, Captain Hopper, el Joker y Minnie Mouse.
Desde que lanzó su línea de arte decorativo Ana ha recibido numerosos correos y comentarios de católicos ofendidos, muchos de ellos bastante agresivos, que la atacan por lo que consideran una falta sustancial de respeto contra su religión. Incluso se organizó una petición digital solicitando al gobierno brasileño que interceda y prohíba esta línea, ante lo cual las autoridades no han emitido ningún posicionamiento.
Reflexionando un poco en torno a la polémica causada por Santa Blasfemia, podríamos extraer un par de premisas: por un lado parece excesivo ofenderte de manera importante con una muestra como ésta, ya que en nada debilita el poder de tu fe ni la grandeza que asignas a tu Dios y demás figuras de devoción. A fin de cuentas la tolerancia, el respeto y el amor son pilares del credo católico y debieran honrarse por sobre los sentimientos de ofensa. Por otro lado, resulta un acto bastante predecible e incluso cómodo meterte con una religión a partir de tu propuesta "artística" para detonar polémica y confrontación; es un recurso, digamos, bastante fácil y que no siempre esta sustentado por una crítica constructiva o un lance pensante.