Los tardígrados son animales peculiares, exóticamente adorables. Son parte de un filo animal conocido como Ecdysozoa, entre el cual se incluyen diversas especies de insectos y gusanos, y tienen la característica única de poder sobrevivir en el vacío del espacio a temperaturas extremas. En 2007 unos tardígrados fueron llevados al espacio exterior y colocados fuera de un satélite. De manera asombrosa, no sólo sobrevivieron sino que pusieron huevecillos de manera exitosa.
Recientemente se ha encontrado que estos animales conocidos como "osos de agua" tienen también un ADN sumamente raro, ya que más de 17.5% de su código genético proviene de otras especies vía una transferencia horizontal de genes. Esto es, genes de otras especies han "saltado" a través de microorganismos y se han incorporado en su material genético. Se cree que los tardígrados han obtenido hasta 6 mil genes de bacterias y algunos hongos y plantas.
Lo anterior lleva a creer que tal vez exista una relación entre la capacidad de sobrevivir a condiciones extremas y una composición híbrida genética. Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill sugieren que ante enorme estrés, su ADN se descompone en pequeñas piezas y se vuelve permeable. Así pueden luego repararse.
Los osos de agua se convierten en el animal con un ADN más foráneo que conocemos. En el ser humano cerca de 8% de los genes vienen de otros organismos. Los cinetíficos consideran que, más que "un árbol de la vida", debemos hablar de una "red de la vida".