Un joven actor italiano de nombre Raphael Schumacher falleció durante una puesta en escena en el teatro Lux de la ciudad de Pisa, al colgarse al final de una representación. La obra Mirages consta de varios escenarios donde se le pide a los espectadores que se muevan a través de diferentes frentes, por lo que el desafortunado incidente fue atestiguado por un único espectador —recién graduado de la escuela de medicina, curiosamente— que dio primeros auxilios al actor sin que pudiera evitar su deceso.
Ni las autoridades ni la compañía teatral saben a ciencia cierta si se trató de un accidente o de un suicidio en escena. Andrea Vescio, una de las productoras, afirma que Raphael cambió el final de la escena sin consultar con nadie: en lugar de darse un tiro con un arma de utilería decidió colgarse, por lo que creen que la falta de pericia técnica pudo haber desencadenado el trágico suceso.
La madre del actor, entrevistada por medios italianos, negó que su hijo hubiera cometido suicidio, pues a pesar de que su padre murió recientemente y Raphael atravesaba una ruptura amorosa, “había recobrado la paz interior”; además “no dejó ningún mensaje y no tenía razón alguna para suicidarse”.
El extraño evento recuerda el final de la película Noviembre (2003) de Achero Mañas, un falso documental donde se sigue a un grupo de performers y actores que hacen teatro de calle. La escena final guarda un paralelismo bastante sórdido con la muerte de Schumacher, donde la muerte en escena es vista como la apoteosis de la representación teatral.