A diferencia de otras épocas en la historia de la humanidad, la nuestra es mucho menos proclive al pensamiento mágico y las explicaciones irracionales de fenómenos sorprendentes. O al menos ese es discurso dominante. Quizá lo cierto sea que a pesar de toda la tradición cientificista del pensamiento el asombro aún nos lleve por los caminos de lo mítico, lo fantástico e incluso lo irreal.
Esa puede ser una aproximación a un suceso admirable ocurrido hace un par de días en la isla portuguesa de Madeira, en donde sus residentes atestiguaron esta extraña formación nubosa a medio camino entre lo apocalíptico y lo legendario.
Entre los testigos del fenómeno se encontraba Rogerio Pacheco, quien tiene un blog dedicado al tiempo meteorológico de la zona, Tempo nas ilhas, en donde publicó las fotografías que tomó apenas avistó la singular formación, calificándola como una “nube de fuego”.
De acuerdo con un par de especialista consultados por la BBC, la nube es una mezcla de altostratus y cúmulus, ambas formaciones de nubes bastante comunes, en tanto que su coloración es efecto tanto de su altitud como del momento del día en que se formaron, el crepúsculo.
De cualquier forma, sin embargo, el fenómeno no deja de ser un notable caso de pareidolia en el que es posible ajustar los rasgos de un puño cerrado; de ahí que, al viralizarse estas imágenes, la nube recibiera también el mote de "la mano de Dios".