La hipnoterapia históricamente ha estado sujeta a rumores que proclaman su falsa esencia. Charlatanes en el tiempo han hecho uso de esta técnica para engañar o bien crear espectáculos con fines comerciales. No obstante, en años recientes esta técnica ha vuelto a adquirir relevancia gracias a estudios respetables que se han aplicado a esta práctica.
La Asociación Profesional de Hipnoterapia de Oxford, en el Reino Unido, trabaja en esta técnica para el tratamiento de enfermedades diversas, definiéndola como una vía para la alteración del estado de conciencia, acompañada de profundas sensaciones de relajación.
La hipnoterapia actúa en el lado derecho del cerebro, el cual es menos analítico y además guarda información de nuestro subconsciente. Cuando una persona se encuentra hipnotizada su estado consciente está de alguna forma dormido, por lo cual mantiene menos la atención pero es capaz de contestar preguntas relevantes cuyas respuestas almacena la otra parte del cerebro. Gracias a lo anterior, la mente es capaz de liberar traumas y superar ciertas enfermedades mentales.
En años recientes las ventajas y alcances de la hiptonerapia han crecido gracias a la comprobación de su eficacia en el tratamiento de enfermedades crónicas y cancerígenas. Nuestra mente alberga información que puede ayudar a la regeneración de células de nuestro cuerpo. La hipnoterapia retoma el poder de la mente como alternativa para la modificación de la realidad externa a nuestro cuerpo, pero también la interna. Esto podría marcar el retorno a nuestra salud, originada en la “fuerza” del potencial de nuestro propio yo.