La marihuana y las bicicletas parecen tener una relación frecuente vinculada, acaso por cierta tendencia, entre muchos fumadores de cannabis, a buscar pasar el tiempo en la naturaleza o debido a su desprecio a las grandes ciudades y sus embotellamientos. Sin embargo, en los lugares donde fumar marihuana es legal suele estar prohibido andar en bicicleta, motivo por el cual un grupo de investigadores ha puesto a prueba las facultades para conducir estos vehículos de dos ruedas entre fumadores frecuentes.
La prueba en cuestión tomó 14 participantes en Alemania y en Australia: primero manejaron su bici por una pista con obstáculos sobrios, y luego fumando uno, dos y tres cigarros de marihuana.
Los investigadores notaron que "casi no hubo perturbaciones que pudieran detectarse por la influencia del THC. Sólo algunos errores fueron observados bajo muy alta concentración de THC... En promedio, no existe un aumento en los deméritos después del consumo de cannabis".
El experimento no quiere ser una defensa del uso de cannabis antes de subirse a una bicicleta, dicen los investigadores, sino que investiga sobre las bases de estudios previos que muestran las diversas afectaciones en las habilidades motrices que existen en usuarios frecuentes y en los usuarios poco asiduos. En otras palabras, los usuarios constantes parecen acostumbrarse y poder hacer tareas cotidianas bajo la influencia de la marihuana.