Los teléfonos móviles se han convertido, para la mayoría de nosotros, en ejes de nuestra existencia. Ya sea en un plano laboral, social, de ocio, de creatividad o incluso sexual o sentimental, estos dispositivos seguramente tienen un rol protagónico en tu vida contemporánea. Y de la mano de esta especie de "metacultura" vienen los aditamentos, por ejemplo las fundas o estuches.
Precisamente, hablando de fundas, nos encontramos con esta pieza realizada por la artista Sarah Sitkin, quien la creó desde su taller en Los Ángeles. La funda tiene al reverso una oreja humana, hecha de material flexible y que al tacto bien pudiera pasar por una verdadera. Entre lo grotesco y lo familiar, quizá lo sarcástico, raya esta pieza que probablemente podría calificar como la funda de teléfono más aberrante que amas hayamos visto... ¿o conoces alguna que la supere?