"Éxtasis" es el nombre callejero del MDMA: se supone que las pastillas de esta droga sólo deberían de tener esta sustancia activa que ha sido descrita como un "empatógeno", que es parte de la familia de las feniletilaminas y que ha sido usada con éxito para tratar el síndrome de estrés postraumático. La realidad es que muchas de las pastillas de éxtasis que se consumen en el mundo no son puras y algunas están muy lejos de serlo. Esto evidentemente aumenta los riesgos de daños a la salud --además de que los consumidores contaminan también su experiencia.
Holanda parece ser el lugar con las pastillas de éxtasis más puras de entre los países tomados en cuenta, los cuales son también grandes proveedores de esta sustancia en todo el mundo, por lo que se pueden tomar relativamente como un parámetro de lo que encontramos en las calles del orbe. En otros países existe una alta posibilidad de que una pastilla de éxtasis tenga menos de 50% de la sustancia activa MDMA. La mezcla más común es con anfetamina (speed), pero también se utilizan opiáceos, ketamina, la sustancia altamente psicodélica 5-MeO-DIPT (FOXY) y hasta PMA, un estimulante tóxico que ha sido vinculado con varias muertes, entre otras sustancias.
Los datos contemplan más de 27 mil dosis analizadas en los últimos años en estos países por parte del Project Know.
Más información en el sitio Project Know