A mediados de 2012 el monje budista Fuzhou murió teniendo 94 años. En reconocimiento a su larga trayectoria y dedicación sus compañeros del templo Puzhao, ubicado en la provincia de Fujian, China, lo colocaron dentro de un cilindro, en el centro del templo, con el cuerpo en postura de flor de loto.
Hace unos días se llevó a cabo la ceremonia de apertura del cilindro, en la cual se develó nuevamente el cuerpo de este destacado monje. El video que documentó el evento muestra el cuerpo de Fuzhou notablemente preservado y manteniendo la clásica postura meditativa, esto a pesar de que han transcurrido casi 4 años desde su fallecimiento, tiempo suficiente para que un cuerpo humano se hubiese descompuesto casi por completo.
Lo interesante es, desde un punto de vista científico, tratar de entender qué efecto puede tener la meditación en la preservación del cuerpo tras la muerte. Y si consideramos que Fuzhou meditó durante 84 años, entonces, en caso de que la meditación favorezca la conservación, este cuerpo estaría extensiblemente defendiéndose de la descomposición.
Ahora el cadaver de este monje será momificado mediante un baño de oro.