Desde el inicio del Internet, y especialmente con el desarrollo de teléfonos inteligentes y tabletas, los diarios impresos se encuentran inmersos en una especie de crisis. Existe un agitado debate sobre si estamos viendo la lenta debacle del periodismo impreso o si solamente es un momento más en la historia y en la evolución de la información, que será superado por el objeto ante tal. Hay quienes creen que la sensación del papel es insuperable y sólo ella asegurará la supervivencia de los diarios impresos. Para otras personas la aceleración tecnológica, los nuevos formatos y la predominancia de la información gratuita en la Red acabará por finiquitar a los diarios impresos –como ha ocurrido ya en algunos casos.
Esto último parece ser lo que piensa Ken Ottmann, quien en un corto animado de menos de 2 minutos visualiza el esplendor y la decadencia de los diarios impresos. Un tiranosaurio rex de papel periódico avanza campante por un bosque de origami, reinando supremo en un mundo predigital. Pero su extinción le aguarda. En este caso no se trata de un meteorito del cielo, sino de una tableta, que aparece como si fuera el monolito negro de 2001: Una odisea del espacio alterando el curso de la historia. Ya en el terreno de juego de la tableta, el dinosaurio no puede más que arrodillarse y morir dócilmente.
Pero Ottman revela también lo que considera que es el futuro. En la tableta se puede ver una búsqueda en Google del término alemán Leistungsschutzrecht, que se refiere a una legislación que busca que los motores de búsqueda y los agregadores paguen derechos a las editoriales por usar fragmentos de sus textos en sus sitios. Algo que transformaría radicalmente el paisaje del consumo de información y una medida que sería totalmente impopular entre los usuarios, ¿o no?