En la búsqueda de fáciles sensaciones de euforia y poder las personas que se vuelven adictas a las drogas muchas veces acaban en un oscuro espacio de impotencia, desperdiciando su propia capacidad para conseguir esas sensaciones sin recurrir a agentes externos. Este video, sencillo en su guión pero bastante astuto, aunque quizás algo fatalista, muestra la vida de un pájaro adicto a esnifar unas pepitas de oro que lo hacen volar sobre el cielo blanco de un plano en 2D. No es necesario decir mucho más; el desenlace es bastante elocuente. Podemos aplicar la metáfora a todo tipo de adicciones, obviamente no sólo a las drogas fuertes.
Buen trabajo el del animador Andreas Hykade; un poco de entretenimiento con un buen mensaje.