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Una de las grandes propiedades de la literatura (y quizá, en general, del arte) es posar sobre la realidad y el mundo el hechizo de la ficción. Como si pareciera que los hechos objetivos no se bastaran por sí mismos, la imaginación literaria impone sobre ellos el manto de la metáfora y el sentido figurado, transformándolos así en otra cosa, sin que por ello abandonen del todo su naturaleza primera.
A veces, sin embargo, pasa que la ficción y la realidad encuentran un punto de cruce, quizá incluso cabría decir que se trata de un punto de inflexión en donde una y otra se encuentran y se confunden, un punto a partir del cual la realidad toma propiedades de la ficción y viceversa. El mundo, entonces, se vuelve un vasto territorio de posibilidades imaginarias ahí donde antes no existía más que el páramo de la objetividad.
Entre los varios ejemplos que podríamos citar de esta coincidencia maravillosa, quizá uno de los más sorprendentes sea el de la muerte de Edgar Allan Poe. Como sabemos bien, Poe es el maestro del cuento de misterio y terror, escritor emblemático del género que nos legó creaciones siniestras como El cuervo, “El gato negro” o “William Wilson”, entre otros cuentos y ensayos en los que demostró el dominio tanto del género como de la literatura en sí.
Pero si es cierto que autor y obra son cosas distintas, que la realidad y la ficción están completamente separadas y definidas, ¿por qué entonces Poe mismo está rodeado de misterio y aun de horror? Su vida fue una serie casi ininterrumpida de tribulaciones, y como remate está el enigma de su muerte, ocurrida a los 40 años en circunstancias que hasta el momento permanecen inciertas y para cuya explicación hay a la fecha ¡19 hipótesis! Varias, es cierto, tienen que ver de alguna manera u otra con el alcohol, pero los detalles específicos varían sustancialmente. Veamos:
1. Golpiza
E. Oakes Smith, uno de los primeros biógrafos de Poe, aseguró en 1867 que el escritor murió por la golpiza que le propinó un rufián instigado a su vez por una mujer, quien se dijo injuriada por Poe.
2. “Cooping”
Esta es una de las teorías más aceptadas. El cooping era una forma de fraude electoral comúnmente usada en tiempos de Poe, la cual consistía en secuestrar a una persona, llevarla a votar por un candidato y después disfrazarla tantas veces como fuera posible para disimular su identidad y que pudiera así votar repetidamente. Tras cada una de estas ocasiones, el votante recibía un buen trago de alcohol. Poe murió un 7 de octubre de 1849 y se sabe que días antes, el 4, hubo una elección en Baltimore, en la cual el escritor pudo estar involucrado en la práctica del cooping y, sobre todo, en el consumo excesivo de alcohol que implicaba.
3. Exceso de alcohol
Poe tuvo una relación difícil con el alcohol. Algunos biógrafos aseguran que por una rara condición genética le bastaba beber un vaso de vino para de inmediato embriagarse, lo cual a la postre derivó en su incapacidad para manejar el consumo. En cierto momento su adicción se sumó a sus problemas y, se dice, Poe decidió beber hasta morir.
4. Envenenamiento por monóxido de carbono
En 1999 Albert Donnay aseguró que fue una lámpara de carbón la que mató a Poe, específicamente el monóxido de carbono emitido durante su combustión. Donnay hizo examinar algunos cabellos de Poe para encontrar metales pesados, sin embargo, como los resultados no fueron conclusivos, su hipótesis no fue aceptada por los estudiosos del escritor.
4. Envenenamiento por metales pesados
En la época de Poe el cólera se trataba con clorito de mercurio, mismo que el escritor consumió por prescripción del médico que lo trató durante la epidemia de julio de 1849. El mercurio es altamente nocivo para el cuerpo humano y según algunos, además de la muerte de Poe, dicho químico también podría explicar por qué el escritor comenzó a alucinar y delirar algunos días antes de fallecer.
5. Rabia
Aunque suene increíble, es posible que Poe haya muerto por rabia. Esta sugerencia fue hecha hace varios años, en 1996, por Michael Benitez, un médico que participaba en un congreso en dicha especialidad en el que se diagnosticaba la enfermedad de un paciente únicamente a partir de registros escritos. Benitez se encontró con un viejo archivo en el que un hombre nombrado sólo con las iniciales “E. P.” había muerto por síntomas que inequívocamente apuntaban hacia la rabia. Que el expediente podría tratarse de Poe se adivina por un detalle que se dio sobre la profesión del hombre: “escritor de Richmond”.
6. Asesinato
Para un autor como Poe, la teoría del asesinato no podía quedar descartada. Quien la propuso fue John Evangelist Walsh, un biógrafo que en el año 2000 sostuvo que el escritor pudo ser víctima de homicidio por parte de uno de los hermanos de Elmira Shelton, su acaudalada prometida. Walsh se apoyó en cartas, periódicos de la época y algunos diarios para conjeturar que Poe sí arribó a Philadelphia para casarse con Elmira, pero fue emboscado por los tres hermanos de ésta, quienes se oponían al matrimonio. Esa fue sólo la primera advertencia. Poe sin embargo no se arredró y disfrazándose, volvió al lugar de residencia de su futura mujer, pero los hermanos descubrieron el engaño y lo asaltaron, lo golpearon severamente y lo obligaron a beber whisky, a sabiendas de que el alcohol lo mataría.
Además de estas teorías, sin duda algunas de las más interesantes, otras investigaciones han sugerido que el escritor pudo haber muerto por gripe, un tumor cerebral, epilepsia, dipsomanía, por un ataque al corazón, diabetes, hipoglucemia, porfiria, un mal funcionamiento de la enzima alcohol deshidrogenasa, delirium tremens y algunos otros. Tal vez, después de todo, como aseguró Borges a propósito de Kafka y sus precursores, Poe también necesite de un personaje imposible, un Dupin todo-razón que descifre el enigma de su muerte.